Tigres al anochecer by Mary Pope Osborne

Tigres al anochecer by Mary Pope Osborne

autor:Mary Pope Osborne
La lengua: spa
Format: epub
editor: Lectorum Publications, Inc.


6

La criatura del pantano

—¡Cof! ¡Cof!

—¡Auk! ¡Auk! ¡Auk!

Lentamente, Jack volvió a la realidad. Abrió los ojos, sobresaltado.

Se vio rodeado por la nebulosa luz del sol.

“¿Dónde estoy?”, se preguntó, lleno de pánico.

Luego recordó que se encontraba en la India, ¡montado sobre el lomo de un elefante!

Se enderezó y a través de la neblina comprobó que Saba estaba parada sobre la fangosa orilla de un arroyo.

Jack bostezó. ¿Dónde estaba Annie?

El resto de los elefantes estaba en la orilla un poco más lejos, echándose agua con las trompas.

Teddy, Kai y Kui se encontraban a la entrada del bosque. Teddy olfateaba el pasto alto. Los monos comían flores.

—¡Buenos días! —exclamó Annie.

Estaba sentada sobre una gran roca negra cerca del arroyo. Tenía los pies descalzos y mojados.

—Hola, ¿cómo te bajaste? —preguntó Jack.

—Saba nos sirvió de rampa para bajar al lodo —explicó Annie—. Inténtalo.

Pero primero arroja la mochila y las zapatillas.

Annie se acercó a Saba. Tenía los pies hundidos en el fango hasta los tobillos.

Jack le arrojó las cosas a su hermana. Luego acarició la piel dura y arrugada del elefante.

—Gracias por traerme hasta aquí —dijo.

Por última vez, Saba acarició la cabeza de Jack con la trompa.

Luego, él se deslizó por un costado del elefante y se cayó al fango. Se sostuvo con las manos, que quedaron enterradas hasta la muñeca. Tenía fango hasta en los lentes.

—Lávate en el arroyo —sugirió Annie.

Ella colocó la mochila y las zapatillas de Jack sobre la roca mientras él entraba al agua fría del arroyo.

Jack se quitó el fango de las manos y de los pies. Limpió los lentes y después miró a su alrededor.

Saba se había reunido con el resto de la manada. Los elefantes se veían hermosos con la niebla matinal.

Todo se veía absolutamente bello.

Aves acuáticas de color azul y amarillo desplegaban las alas. Lianas musgosas se balanceaban con la brisa de la mañana. Y enormes flores blancas flotaban en la superficie del arroyo.

De repente, Jack vio algo extraño. Parecía tener una especie de cuerno y dos orejas que asomaban fuera del agua. Una se agitaba de un lado al otro para espantar una mosca.

—Hay una criatura muy rara aquí. Parece que tiene un cuerno.

Annie entró al arroyo.

—Será mejor que consulte el libro —dijo Jack.

Y se apuró para ir en busca de la mochila, mientras se secaba las manos en la camiseta. Sacó el libro sobre la India.

Encontró un dibujo de un cuerno que asomaba fuera del agua. Debajo del dibujo decía lo siguiente:

Los rinocerontes tienen un cuerno y acostumbran a bañarse en el agua de los arroyos. Estos animales no son peligrosos pero debido a que no pueden ver bien, en ocasiones atacan por error. Si escuchan un ruido fuerte se detienen.

Jack sintió pena por los rinocerontes. “Qué lástima que los animales no puedan usar lentes”, pensó. Y continuó leyendo:

El rinoceronte de la India es una especie en peligro de extinción. Esto quiere decir que quedan muy pocos. Los cazadores furtivos los matan y venden muchas partes de su cuerpo como medicinas y amuletos de la buena suerte.

De inmediato, Jack sacó el cuaderno.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.