Si bien el Club Pingüino se 'asemeja a varios clubes de la costa de California, sus personajes no tienen conexión alguna con personas vivas o muertas by Microsoft

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autor:Microsoft [Microsoft]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 0101-01-01T00:00:00+00:00


Eran más de las siete y casi oscuro cuando Aragón llegó a los suburbios de Tijuana. Había pensado, si todo salía bien, seguir hasta Santa Felicia, donde llegaría alrededor de medianoche. Pero estaba cansado y la tarde había sido deprimente. Se registró en un motel de una cadena norteamericana, pidió tostadas y una cerveza en un café cercano y volvió a la habitación.

Cerró las ventanas para alejar los ruidos de la calle, que revivía con la noche. Luego llamó a Charity Nelson a su departamento y le dijo que no llegaría la mañana siguiente.

—¿Dónde está, subordinado?

—En Tijuana.

—¿Qué hace ahí?

—Nada.

—No puede ser que alguien no haga nada en Tijuana.

—Esta bien, me estoy emborrachando con un par de locas.

—Eso es más creíble. ¿Encontró a Mrs. Shaw?

—Sí.

—¿No puede agregar nada más?

—Puedo pero quizás no le guste.

—Haga la prueba.

—Está en la clínica de rejuvenecimiento del doctor Ortiz en Pasoloma con su amigo Grady Keaton.

—¿El guardavidas?

—Sí.

—¿Es mono?

—¿Cómo mono?

—Mono es mono, como Robert Redford.

—No, no es como Robert Redford.

—Ay, me pregunto qué le ve ella, entonces. Para mí Robert Redford es...

—Me puede contar sus fantasías en otro momento, Miss Nelson —dijo Aragón—. Quiero informar que los documentos están prontos y que mañana a última hora estarán en la oficina.

—No parece muy contento, considerando que si manejó bien las cosas hasta le puedo conseguir una bonificación.

—Ja, ja, ja. ¿Así está mejor?

—¿Qué lo tiene tan molesto, subordinado?

—Es un asunto muy feo, éste. La dama está dopada y un poco loca, quizás muy loca, y yo me vine y la deje.

—No podía traérsela. No le iba a gustar mucho al guardavidas.

Aragón no respondió.

—¿Subordinado?

—Prefiero no hablar de eso.

—Nunca pensé que fuera un sentimental. Este asunto no es tan feo comparado con otros.

—Gracias por ayudarme a ver las cosas desde otro punto de vista, Miss Nelson.

—Es mi especialidad.

—Le creo. Adiós ..

—Espere un momento. No he terminado.

—Yo sí —dijo Aragón y cortó.

Pidió que lo despertaran al día siguiente a las cinco media.



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