(Razas De Medianoche 09) Profundidad de la medianoche by Lara Adrian

(Razas De Medianoche 09) Profundidad de la medianoche by Lara Adrian

autor:Lara Adrian [Adrian, Lara]
Format: epub
Tags: love_history
editor: www.papyrefb2.net


Capítulo dieciocho

LA media mañana en los cuarteles de la Orden en Boston normalmente significaba luces apagadas y la hora de cerrar los ojos para Lucan y el resto de los residentes del recinto.

Pero ese día no.

Y aunque nadie decía gran cosa, como jefe de aquella familia en expansión, Lucan sabía que la tensión que los atenazaba a todos estaba a punto de estallar. Incluso Mira parecía estar contenida. La intuitiva niña vidente comía en silencio los últimos bocados de sus tortitas y su salchicha, sentada junto a Renata a la larga mesa del comedor, en lugar de estar entregada a su charla habitual, que normalmente transcurría a ritmo imparable.

La improvisada reunión del desayuno había sido idea de Gabrielle. El hecho de que las mujeres residentes en la Orden hubieran comido en el recinto junto a sus compañeros guerreros en lugar de hacerlo en la mansión al nivel de la calle se había debido a la insistencia de Lucan. Aunque era extraño tener a todo el mundo reunido en las habitaciones que compartía solo con Gabrielle —diecinueve personas alrededor de la mesa que Gabrielle había encargado especialmente meses atrás a un artesano de los Refugios Oscuros— eso era mucho más aceptable que la idea de tener a alguien fuera del alcance de su vista durante las horas de la luz del día, cuando no podría hacer nada por proteger a nadie.

¿Protegerles? Mierda.

Todo aquello se había convertido en una maldita broma.

Lucan se burló de sí mismo, muy consciente de que la Orden nunca había sido más vulnerable. La anterior seguridad a prueba de hierro del recinto había sido reducida a una fina capa ahora que Dragos tenía acceso a su localización precisa.

Y no solo eso, sino que Dragos por lo visto podía lanzar una ofensiva en cualquier momento, según el informe que Cazador había enviado a los cuarteles un par de horas antes. El ataque en el hangar del aeropuerto a cargo de uno de los asesinos de Dragos había causado la muerte de dos pilotos y había dejado a Cazador varado en Nueva Orleans junto con la mujer civil llamada Corinne Bishop. Estaban en aquel momento refugiados en las ruinas del Katrina a la espera de la puesta de sol y más instrucciones de Lucan.

Y luego quedaba pendiente el asunto de la ausencia de Sterling Chase. Lucan había declarado al guerrero fuera del equipo desde que se había ausentado sin permiso, pero el hecho era que le preocupaba haber perdido a Harvard. Les preocupaba a todos, y su ausencia en la mesa y en las misiones era sentida como un agujero en la Orden. Pero querer su regreso no lo traería de vuelta, y puesto que marcharse había sido decisión de Chase, también tendría que ser decisión suya regresar.

La única cosa buena que había ocurrido recientemente en el recinto había sido que Brock y Jenna regresaran sanos y salvos de Alaska la pasada noche. El enorme macho de la estirpe, originario de Detroit, y su bonita compañera humana se hallaban sentados al otro extremo de la mesa.



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