Por fin te encontré by Elle Park

autor:Elle Park
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Relato, Romántico
publicado: 2019-04-18T22:00:00+00:00

6

La Iglesia de Mucuchies ofrecía excursiones a la comunidad de vez en cuando. Solía ir a cada una de ellas desde niña llevando audífonos para usarlos cuando los rezos se volvieran demasiado intensos. Usualmente lo más lejos que llegaban era a Mérida ciudad o a las fronteras con Barinas, pero ningún habitante del pueblo se podía quejar porque durante el viaje cada uno era bienvenidos y tratado de acuerdo a la palabra del Señor. Durante el viaje recibíamos mejor atención que cualquiera de parte de las viejecitas de la iglesia.

Las mejores meriendas.

Las mejores atenciones.

La mejor forma de responder a alguna consulta con respecto a la religión.

Sería desagradecido quién lo hiciera. Incluyéndome.

―Lena, busca la cesta en el armario de Rosario. Es lo único que nos falta ―gruñe la abuela mientras guardaba las agujas de tejer en su bolsito.

Mordí mi labio para contener cualquier replica que mi mente estuviera formulando y subí los escalones hacia el cuarto más grande del segundo piso. Me costó tiempo y golpes con objetos que mamá dejaba en posiciones estratégicas por si había un asalto, pero finalmente la saqué del cajón más alto. Antes de bajar tuve que sacar todas las cosas que estaban en él; álbumes, medallas, diplomas, recuerdos que ella guardaba en el sitio menos pensado. Eran tantos que se me hizo imposible no hacer un desastre y tirar algunos al piso. Arrugué la frente al recoger mi sonajero. ¿Planeaba dárselo a mis hijos? Si así era tenía que asegurarse de que no fuera un nido de bacterias esterilizándolo al menos una cien veces.

―Tu mamá se veía hermosa ese día ―una voz me toma por sorpresa.

―¿Ah? ―Me giré para encontrarme con la mirada nostálgica de mi abuela. Hoy era uno de esos días en los que la vejez solo hacía que se viera más hermosa de lo que era: usaba un vestido de estampado florar que resaltaba el tono añejo de su cabello―. Aún no creo que tras tanto luchar para estar juntos hayan tirado su esfuerzo por la borda. Se querían tanto, Lena. Sé que tu padre a veces puede parecer un idiota, que lo es, pero con ella… era absolutamente diferente.

Todas las neuronas dentro de mi cuerpo se agruparon para entender lo que me decía. Lo hice al recoger la foto de la segunda boda de mis padres, la que no hicieron a escondidas, al mi abuela aceptarlo como un miembro de la familia. No se habían casado por la Iglesia, pero aunque no lo hubieran hecho mi madre adaptó el traje de la bisabuela a su tamaño y le hizo algunas modificaciones para la ceremonia civil y para que concordara con la moda del momento de pantaloncillos cortos, de tal forma de que ahora yo no podía casarme por la Iglesia con el vestido de los ancestros a no ser de que quisiera que me echaran a la calle con velo. La decoración también era simple. Solo había pequeñas flores colgando del techo a cada lado de sus rostros, pero lucía hermoso.

Obviando

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