Plataforma espación by Murray Leinster

Plataforma espación by Murray Leinster

autor:Murray Leinster [Leinster, Murray]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Ciencia ficción
editor: ePubLibre
publicado: 1952-12-31T16:00:00+00:00


CAPÍTULO 8

A pesar de todo, la tarde comenzó espléndidamente. Joe metió las botellas de soda al lago para que se enfriaran y se sentaron a comer, hablando y riendo de vez en cuando. A decir verdad, hicieron ambas cosas con más frecuencia de lo que pudieron imaginar anticipadamente. Joe, en particular, estaba más dispuesto a divertirse de lo normal. Había pasado por demasiadas pruebas y disturbios, pero las cosas comenzaban a verse mejor. Además, existía un pacto tácito con Sally que le parecía muy satisfactorio. Si Sally no hubiera sido muy atractiva, Joe habría gozado enormemente conversando con ella, pero era lo suficientemente hermosa como para deleitarse contemplándola. Habría sentido un gran interés en ella si Sally no hubiera estado interesada en él, pero ahora ella llevaba su anillo. Sally había tenido que ponerle una cuerdita en el interior para que le quedara bien. El solo hecho que la muchacha estuviera donde estaba, era suficiente para hacerlo sentir que el mundo le pertenecía.

El único malestar era que de vez en cuando sentía en su bolsillo el peso de un objeto extraño, lo cual significaba que, en lo más profundo de su mente, palpitaba una preocupación molesta.

Pasaron cuando menos una hora descansando tranquilamente con una sensación de satisfacción y abandono indescriptible. De tiempo en tiempo, Joe recordaba que debía observar la orilla, sobre todo cuando el peso en su bolsillo sacudía su memoria.

Pero no lo hacía con frecuencia. Estaba en la orilla del lago, sacando las botellas frías, cuando captó un movimiento con el rabillo del ojo y se volvió velozmente.

Eran el jefe, Haney y Mike, el enano, que los seguían un poco más atrás; llegaron a la pequeña península pasando sobre las rocas.

Haney preguntó inmediatamente:

—¿Todo va bien?

—¡Por supuesto! —replicó Joe—. Todo está bien. ¿Qué sucede?

—Mike tuvo una corazonada —dijo el jefe—; y…, yo recordé que había trabajado en su construcción hace doce o quince años —miró a su alrededor y concluyó—: Entonces era diferente.

En ese instante, los ojos de Joe encontraron los suyos e hizo un movimiento imperceptible con la cabeza, señalando a un lado, Joe comprendió la señal.

—Voy a traer unas sodas más —dijo—. Jefe, ven a ayudarme a pescarlas.

Sally sonrió a los otros dos e inspeccionó inmediatamente la canasta.

—Todavía quedan algunos bocadillos —dijo, hospitalariamente— y un poco de pastel.

Haney avanzó con cierta torpeza. Mike avanzó grotescamente. Joe sabía lo que pasaría por su mente, si Sally lo trataba como a un fenómeno… Pero Joe sintió una profunda satisfacción, porque estaba seguro que ella no lo haría y se fue a la orilla del lago.

—¿Qué pasa, jefe? —preguntó, en voz baja.

—Mike tuvo una corazonada —repitió el jefe—. Alguien trató de destruir el material que trajiste; lo lograron, pero nosotros nos comenzamos a preparar para repararlo. ¿Qué hicieron entonces? Atacarnos, eso no les importa. Si estaban dispuestos a destruir con polvo atómico la semiesfera con todo el personal en su interior, no se detendrían por cuatro crímenes más…, o cinco.

Joe sacó una botella más del agua.

—Mike me dijo algo parecido —observó—, pero me pareció muy improbable.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.