Perverso hasta el fin by Shayla Black

Perverso hasta el fin by Shayla Black

autor:Shayla Black [Black, Shayla]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Erótico
editor: ePubLibre
publicado: 2012-01-01T00:00:00+00:00


Capítulo 6

22 de diciembre - Lafayette, Louisiana

Carlotta se detuvo frente al apartamento de Kata y Hunter y saludó a su hija que estaba en el balcón con una sonrisa y haciéndole gestos para que entrase.

El sol de la tarde la cegó cuando salía de su sedán y subía las escaleras. Kata salió del apartamento y se reunió con ella en la puerta con un abrazo.

—Es bueno verte, mamá. Estoy tan contenta de que vayas a pasar la Navidad en Lafayette. Hunter está de camino a casa ahora. Lo espero en cualquier momento de la noche. Mari hizo que Carlos llevara a los niños a ver una película, así que ha estado horneando y esperándote. —Kata frunció el ceño—. Es Navidad y vamos a estar todos juntos. ¿Por qué estás tan triste?

Trató de poner una sonrisa brillante para su hija, pero se sentía cualquier cosa, menos feliz. De hecho, había sido incapaz de sentirse feliz por casi tres semanas.

—Estoy cansada.

Kata sólo entrecerró los ojos y la arrastró hasta el sofá.

—Y yo soy Santa Claus. Suéltalo ya.

—No quiero agobiarte.

—Eres mi madre, no un agobio. Siempre has estado allí para ayudarme con mis problemas. Me impediste cometer el mayor error de mi vida cuando quería divorciarme de Hunter. Me criaste y me amaste y… ¿cómo puedes pensar que alguna vez haría otra cosa que escucharte y tratar de ayudarte?

Carlotta se removió. Kata realmente debía saber algo. En Nochebuena, habría una gran fiesta sorpresa en su nueva casa. Kimber, Tara, y Delaney habían estado planeando todo febrilmente y manteniéndola informada. Luc y Alyssa llevarían la comida de su restaurante, Bonheur. Todo el mundo estaría allí… incluyendo a Caleb. Si ella no le contaba ahora la verdad a Kata, su hija se lo pediría más tarde, cuando debería estar centrada en su nueva casa y en tener a su marido con ella durante las vacaciones.

Dejó escapar un gran suspiro.

—Caleb y yo tratamos de tener una relación… No funcionó, y lo extraño mucho, mucho más de lo que imaginé que lo haría después de tan poco tiempo.

Los ojos de Kata se desorbitaron.

—¿Él te dejó? Eso no tiene sentido. Ese hombre ha estado loco por ti desde…

—No, mija. Le dije que tal relación no iba a funcionar. Tú y Hunter han arreglado sus asuntos con el control y el poder, y sé que tu… —Carlotta miró el discreto collar alrededor del cuello de su hija, que después de muchas conversaciones, había logrado entender lo que representaba—, tu vida privada ha ayudado con eso, pero yo.

—Alto ahí, mamá. Hunter y yo lo hemos resuelto, y sí, comprender que su dominancia no es para aplastarme, sino para ayudarme, ha hecho una gran diferencia. Sé que el coronel es una fuerza a tener en cuenta, pero nunca te haría miserable como Gordon.

—No intencionadamente. Él tiene un buen corazón. Pero me temo que no entiende mi necesidad de independencia. Y para complacerlo, me pregunto si… Si simplemente lo dejaré salirse con la suya.

—Hay tantas cosas mal con esa afirmación… —Kata sacudió la cabeza—.



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