Ocultos en las sombras by Freddy Darino Diaz

Ocultos en las sombras by Freddy Darino Diaz

autor:Freddy Darino Diaz [Diaz, Freddy Darino]
La lengua: spa
Format: epub
Amazon: B0728GTMWP
editor: Chiado Editorial
publicado: 2017-05-11T22:00:00+00:00


XV

Luis se sentía hondamente comprometido.

Igual que sus amigos, asumía las responsabilidades tertulianas sin descuidar, junto a Esther, la escena que deberían enfrentar sus hijos, que en lo que de ellos dependiera, debería estar lo menos contaminada posible de los malhechores que siempre andaban al acecho.

Pero eran plenamente conscientes, de que lo mejor era prepararlos para la vida…

Reconfortado con la evolución de las tertulias, se propuso proponer a sus amigos, una primera evaluación con la intención de intercambiar opiniones para reafirmarlas, convencido como estaba del futuro de las mismas.

Los llamó y acordaron encontrarse una hora antes de lo habitual para ello.

Para ese lunes imaginó una propuesta, sintiendo el imperio de ofrecer un aporte cultural, pensando en la gente que no leía, que no cultivaba su vocabulario, dejándose llevar por el mal uso de las palabras, por las groserías y la falta de contenidos positivos del mero entretenimiento.

Por su parte Félix llamó a Héctor, diciéndole: –Necesito a mi amigo el abogado para comentarle algo. Y acordaron encontrarse antes de la reunión de evaluación.

Preocupado por la investigación a su cargo y por las novedades que le había transmitido Anselmo, llamó a Magela:

–Tengo muy malas noticias para ti. No lo esperes, lo han detenido el fin de semana, con pruebas que lo imputan como responsable intelectual en el crimen que el sicario cometió.

– ¿Dónde lo detuvieron?

–En el este. Ya te contaré todo. Es muy probable que la policía desee indagar en tu casa.

Andan a la búsqueda de más pruebas. Por favor, aunque sea desagradable, facilita las cosas, para salir cuanto antes de ese martirio en el que has vivido y esclarecer no sólo el crimen, sino también aquello con lo que seguramente se vinculó, además de tus dudas…

– Es el fin, ¿verdad?

–No lo sé, Magela. Pero intuyo que es el principio de toda una verdad oculta durante muchos años. Puede ser, sí, el fin de sus desvíos y me duele decírtelo, por ti y por los chicos.

–Lo sé. Esta noche no iré a la tertulia. Mi ánimo no está para permitirme concurrir.

–Te comprendo. Cuídate mucho, habla con los chicos que necesitarán multiplicado tu respaldo. Mantén la calma y piensa en que los tormentos pasarán, aunque dejen sus secuelas.

Inmediatamente llamó a Anselmo y quedaron en encontrarse al medio día, no solamente para ponerse mutuamente al día, sino para entregarle los sobres con los elementos recogidos en la escena del crimen, apostando a que brindaran solidez al encajar con las comprobaciones de la policía.

Habló con Aurora, antes de salir:

–Acá le dejo algo que le compré el fin de semana.

– ¿Usted, comprando?

–Bueno, fue Clara quien lo eligió, pero a mi pedido.

–No tenía que andar gastando nada para mí. Pero muchas gracias a los dos y a ella por el buen gusto que descarto.

–Por nada, Aurora. Me voy y volveré tarde porque hoy tendremos tertulia.

Mientras conducía, hilvanaba simultáneamente varios pensamientos: en la hermosa realidad que había vuelto a vivir con Clara en el Oasis, en Magela con su inmenso dolor, y en los intrincados detalles de las investigaciones.



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