Mystic City. La ciudad del agua by Theo Lawrence

Mystic City. La ciudad del agua by Theo Lawrence

autor:Theo Lawrence
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Infantil y juvenil, Intriga, Romántico
publicado: 2013-02-11T16:00:00+00:00


15

Solo hay una persona con la que puedo hablar, una persona con la que quiero hablar.

Hunter.

La proa de la góndola avanza velozmente por Broadway cortando las aguas del canal; olas diminutas ondulan la superficie a ambos lados de nosotros. Hace un calor sofocante, y todavía me da vueltas la cabeza a causa del caos de la fiesta de Bennie. Resulta remarcable que Thomas haya conseguido desviar mi atención de una chica que ha ardido literalmente ante mis ojos, pero el caso es que lo ha hecho.

Quiero sentirme herida, sentirme increíblemente desolada por sus actos… verse con Gretchen Monasty a mis espaldas. ¿Desde cuándo lo ha estado haciendo? Pero, la verdad, ¿cómo voy a enfadarme con Thomas por besar a otra persona cuando yo he hecho exactamente lo mismo?

Me sorprende lo fácil que me ha resultado escapar, y me confunde que hasta ahora nadie haya detectado mi movimiento en la Red, pero no me quejo. No tengo destino: he venido a las Profundidades para buscar a Hunter, aunque no tengo forma de ponerme en contacto con él. De modo que le he pedido al gondolero que me lleve al Bloque, y a partir de ahí ya me las arreglaré.

Dejamos atrás edificios altos y oscuros, pasamos por debajo de puentes arqueados y nos cruzamos con otras góndolas y taxis acuáticos. No sé el tiempo que llevamos navegando cuando veo las agujas que flanquean el canal principal. Nunca había visto que la energía que contienen actúe de esa forma: se enciende y se apaga de forma vibrante, la intensidad de la luz aumenta y disminuye al ritmo de una especie de música invisible. Miro al gondolero para ver si nota algo extraño, pero él no aparta la vista del frente.

De repente, el trozo de metal con forma de corazón que llevo colgado del cuello empieza a transmitir calor contra mi piel. Me lo saco por fuera del vestido y brilla.

Irradia una luz dorada. Lo sujeto entre las palmas de las manos y trato de abrirlo, pero sigo sin encontrar una junta o un seguro. Vuelvo a metérmelo por dentro antes de que el gondolero se dé cuenta; noto el calor que desprende contra mi piel.

¿Qué es? ¿Y por qué reacciona así ahora? Frank acababa de consumir Stic cuando lo ha cogido. Me pregunto si la sobrecarga de energía que fluía por su sistema lo ha activado de algún modo.

Algunas agujas se iluminan a medida que nos acercamos, mientras que la luz de otras se atenúa hasta casi apagarse. El guardapelo palpita como si hubiera un corazón humano atrapado en su interior. Pienso en cuando cronometré las ráfagas de color en la agujas desde mi ventana. Descubrí que el patrón de la luz —blanco, amarillo y verde— era diferente en cada aguja, pero eso entonces no me decía nada. No pude averiguar qué significaba cada patrón.

Pero ahora, por el modo en que reacciona el guardapelo…

«Sigue las luces», me dijo Tabitha.

Vale, Tabitha, estoy atenta.

—¿Perdone? —llamo al gondolero.

Este levanta la cabeza.

—¿Podemos seguir todo recto, por favor?

El hombre señala a la izquierda.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.