Los musulmanes en la guerra de la Alemania nazi by David Motadel

autor:David Motadel [Motadel, David]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Ciencias sociales, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2014-01-01T00:00:00+00:00

La explicación de Heygendorff del porqué de esos esfuerzos era bastante sencilla: «Muchos de nuestros voluntarios túrquicos eran mahometanos piadosos. Los seguidores convencidos del Islam nunca pueden ser bolcheviques. Así pues, lo más razonable era que fomentásemos el Islam en nuestras formaciones de voluntarios de todos los modos posibles».

Capítulo 8

El Islam y la propaganda militar

Desde la campaña de la Alemania imperial para la movilización musulmana en la Primera Guerra Mundial, el general Oskar Ritter von Niedermayer estaba convencido de que era necesario usar el Islam para incitar a los musulmanes a entrar en acción. El 15 de enero de 1943, mientras las tropas alemanas se retiraban del Cáucaso y la situación militar se volvía desesperada en Stalingrado, Niedermayer emitió unas «Sugerencias para la formación política de las unidades túrquicas» dirigidas a sus batallones musulmanes.[257] No sorprende que el Islam fuese parte importante de los temas de propaganda que se recomendaban. La propaganda alemana para las unidades musulmanas debía construir una tradición histórica de amistad entre Alemania y el mundo islámico, y recordar a los soldados musulmanes la solemne declaración de Guillermo II de 1898 ante la tumba de Saladino en Damasco. Había que presentar la proclamación del emperador como la base de la amistad de Alemania con el Islam, que continuaría con la alianza germano-otomana en la Primera Guerra Mundial y los fuertes vínculos de Alemania con Irak, Irán y Afganistán en el periodo de entreguerras. Unos meses después, las SS publicaron unas directrices similares para la Handzar: el decreto de Gottlob Berger sobre la «Educación ideológico-espiritual de la División Musulmana de las SS».[258] A eso seguirían más instrucciones para la propaganda militar que se debía distribuir entre las tropas musulmanas.

Las directrices de la Wehrmacht y de las SS iban dirigidas a todos los oficiales que participaban en la propagada para las unidades musulmanas. El ejército lanzó un programa propagandístico muy amplio para el que empleó oficiales políticos y se sirvió de numerosas publicaciones y periódicos militares. Esa propaganda también tenía una fuerte carga religiosa y quería dar legitimidad a la guerra, radicalizar a los soldados musulmanes e incitarlos para entrar en combate. Por encima de todo, quería ofrecer una interpretación islámica de la guerra. Se usaban imperativos y eslóganes religiosos para hacer de la guerra un deber divino y convertirla en una «guerra justa». Además, los reclutas musulmanes tenían que estar convencidos de que no eran meros mercenarios en un ejército infiel, sino soldados que luchaban por su propia causa.

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