La Vida, el Universo y todo lo demás by Douglas Adams

La Vida, el Universo y todo lo demás by Douglas Adams

autor:Douglas Adams [Adams, Douglas]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Humor
ISBN: 9788433912718
publicado: 2010-11-15T23:00:00+00:00


18

Arthur se materializó, y lo hizo con los gestos habituales, tambaleándose y palpándose la garganta, el corazón y los diversos miembros en que aún se complacía siempre que le sobrevenía una de aquellas aborrecibles y penosas materializaciones a las que decidió firmemente no acostumbrarse.

Miró alrededor buscando a los demás.

No estaban.

Volvió a mirar en torno buscando a los otros.

Seguían sin estar allí.

Cerró los ojos.

Los abrió.

Echó una ojeada por si los veía.

Persistían obstinadamente en su ausencia.

Volvió a cerrar los ojos, preparándose a repetir de nuevo aquel ejercicio inútil, y sólo entonces, cuando bajó los párpados, su cerebro empezó a percibir lo que sus ojos habían mirado mientras estuvieron abiertos; una expresión perpleja afloró a su rostro.

Así que abrió los ojos de nuevo para comprobar los hechos y en su gesto persistió la duda.

Si acaso, se incrementó, afianzándose bien. Si se trataba de una fiesta, era muy mala; tanto, que todos los demás se habían marchado. Abandonó por ocioso tal razonamiento.

Evidentemente, aquello no era una fiesta. Era una cueva, o un laberinto o un túnel de algo; no había luz suficiente para saberlo. Todo era oscuridad, húmeda y viscosa. El único rumor era el de su propia respiración, que parecía preocupada. Tosió muy levemente y luego hubo de escuchar el tenue y fantasmal eco de su voz perdiéndose entre corredores sinuosos y cámaras invisibles, como de un gran laberinto, para volver finalmente a él por los mismos pasillos desconocidos, como si dijera: «…¿Sí?».

Eso ocurría con cada ruidito que hacía, y le ponía nervioso. Trató de tararear una melodía alegre, pero cuando el sonido volvió a él se había convertido en una salmodia fúnebre y dejó de cantar.

De pronto su cabeza se llenó de imágenes de la historia que le había contado Slartibartfast. Casi esperaba ver que robots blancos de aspecto mortífero aparecieran en silencio de entre las sombras para matarlo. Contuvo el aliento. No lo hicieron. Volvió a respirar. No sabía qué esperar.

Sin embargo, había algo o alguien que le esperaba a él, pues en aquel momento se encendió en la distancia oscura un letrero de neón verde.

Decía, silencioso:

TE HAN DESVIADO.

Se extinguió de un modo que no fue del todo del agrado de Arthur. Se apagó con una especie de floreo desdeñoso. Arthur intentó entonces convencerse de que aquello no había sido más que una ridícula jugarreta de su imaginación. Un letrero de neón o está encendido o apagado, según pase o no pase la electricidad por él. No había manera, dijo para sí, de que pudiese efectuar la transición de un estado a otro con un mohín de desprecio. Se abrazó firmemente apretándose la bata y, a pesar de todo, se estremeció.

Al fondo, la luz de neón se iluminó súbitamente exhibiendo, de modo desconcertante, tres puntos y una coma. Así:…,

Sólo que en verde.

Tras mirarlo perplejo durante unos instantes, Arthur comprendió que trataba de indicar que había más, que la frase no estaba completa. Y lo intentaba con una pedantería sobrehumana, reflexionó. O al menos, con pedantería inhumana.

La frase se terminó con estas dos palabras:

ARTHUR DENT.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.