La sexy caza a la chica Hitchcock by Cristina Prada & Tiaré Pearl

autor:Cristina Prada & Tiaré Pearl [Prada, Cristina & Pearl, Tiaré]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico, Erótico
editor: ePubLibre
publicado: 2017-05-22T16:00:00+00:00

* * *

—Gracias por traerme a casa.

El elegante Aston Martin de Ayden se detiene frente a mi edificio. Yo me quito el cinturón de seguridad y suspiro discreta y también un poco nerviosa.

—Un placer.

—Me debes una granizada —le recuerdo con una sonrisa.

Cuando regresamos a mi mesa, la que me había comprado se había derretido.

Ayden asiente y, fingidamente serio, cruza el índice sobre el pecho y después lo levanta.

—Tienes mi palabra —sentencia.

—No sé si puedo fiarme mucho de tu palabra —replico frunciendo los labios—. Eres un británico misterioso que nunca quiere responder a mis preguntas. Por lo que yo sé, podrías ser un ladrón de bancos que está huyendo de la justicia.

Ayden ladea la cabeza, entorna los ojos y se inclina suavemente hacia delante.

—Bueno, ya sabes lo que dicen, ¿no? Cree el ladrón…

Yo abro la boca indignada. Ayden sonríe, casi ríe, sincero por mi reacción, y al cabo de un segundo no tengo más remedio que imitar su gesto.

—Algún día voy a aprender a devolvértelas —lo advierto.

—Espero que no.

Su sonrisa se transforma en una más serena, pero creo que más profunda, y no puedo evitar volver a quedarme mirándolo, como si todo mi cuerpo me lo suplicase.

—Buenas noches, chica Hitchcock.

—Buenas noches, Ayden —murmuro.

Salgo del coche bajo su atenta mirada. Camino hasta mi edificio y, tras subir los siete escalones que me separan de la acera, me giro y alzo la mano. Ayden me devuelve el gesto. Cuando ya estoy sana y salva en el portal, oigo rugir el motor y Ayden se marcha.

Ya en mi apartamento, me siento en la cama para quitarme las Converse, pero, antes de que pueda evitarlo de algún modo, me dejo caer en el colchón con los brazos y las piernas estiradas y clavo la vista en el techo. Esta noche he estado tentada varias veces de decirle mi verdadero nombre, pero cada una de esas veces hubo algo que me lo impidió. Una parte de mí cree que, si sigo siendo Marnie para Ayden, podré seguir siendo Lillie para Ethan y nunca tendré que elegir. Es mi parte descerebrada, que sólo sabe pensar con el corazón. La otra carraspea y expone sabiamente que, para poder tener que elegir entre ellos, los dos tendrían que querer estar conmigo y, desde luego, no es el caso, o por lo menos no lo es más allá del sexo. Resoplo. Yo sólo quería conseguir información para el proyecto. Nunca pensé que mi vida acabaría complicándose tanto.

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