La señorita de Trevélez by Carlos Arniches

La señorita de Trevélez by Carlos Arniches

autor:Carlos Arniches [Arniches, Carlos]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Teatro, Humor
editor: ePubLibre
publicado: 1916-09-14T16:00:00+00:00


Escena VI

Dichos y don Gonzalo, por la izquierda.

DON GONZALO:

(Los saca cogidos cariñosamente, a ella de una mano y a él de una oreja. Ella baja la cabeza risueña y ruborosa, ocultando la cara tras el abanico; él aterrado, aunque tratando inútilmente de sonreír). ¡Venid, venid acá, picarillos irreflexivos, imprudentes!…

FLORITA:

¡Ay, por Dios, Gonzalo!… ¡Cogiónos!

DON GONZALO:

¡Aquí, en un rincón, y los dos solitos…!

NUMERIANO:

Don Gonzalo, por Dios, yo neguéme; pero ella insistióme y complacíla; ¿qué iba a hacer?

DON GONZALO:

(Cambiando la fingida expresión de enfado por otra risueña). No, hombre, no; si lo comprendo. Los enamorados son como los pájaros: siempre buscando las frondas apartadas, los lugares silenciosos…

FLORITA:

(Muy digna). ¡Pero, por Dios, Gonzalo!, ¡a pesar de la soledad, no vayas a creer que nosotros…!

NUMERIANO:

Yo aseguro a usted que ha sido una cosa meramente fortuita.

DON GONZALO:

¿Fortuita?… ¡Cállese el seductor!

FLORITA:

¡Huy, seductor!…

NUMERIANO:

Don Gonzalo, yo le juro…

DON GONZALO:

Ahora que yo confío, amigo Galán, en su caballerosidad, y espero que este tesoro encomendado a su hidalguía…

NUMERIANO:

¡Por Dios!, ¿quiere usted enmudecer?… ¡Ni aunque nos sorprendiese usted en el Trópico!

DON GONZALO:

Ya lo sé, ya lo sé… Y vaya, pase esto como una ligereza de chiquillos, y ahora que estamos los tres juntitos, venid acá, parejita feliz. Venid y decidme…: ¿sois muy dichosos, muy dichosos?… La verdad…

NUMERIANO:

Hombre, don Gonzalo…, yo…

DON GONZALO:

No me diga usted más. (A Flora). ¿Y tú?

FLORITA:

Mucho mucho mucho. No hay paleta, por muy paleta que sea, que tenga colores suficientes para pintar mi felicidad.

DON GONZALO:

¡Oh, qué feliz, qué venturoso me hacéis!… ¡Ah querido Galán, ya lo ve usted…, en ese corazoncito ya no vivo yo solo! (Con pena).

FLORITA:

¡Por Dios, Gonzalo!

DON GONZALO:

Sí. ¡Otro cariñito ha penetrado en él arteramente y apenas queda ya sitio para el pobre hermano!…

NUMERIANO:

¡Hombre, don Gonzalo, yo sentiría que por mí…!

DON GONZALO:

¡Ah, pero no me importa!… Ámela usted con este acendrado amor con que yo la amo, y si la veo dichosa, me resignaré contento a la triste soledad en que voy a quedarme.

NUMERIANO:

Don Gonzalo, por Dios; si le va a usted a servir esto de un disgusto tan grande…, yo estoy dispuesto incluso a renunciar a…

FLORITA:

¡Pero calla, por Dios!…; ¿qué estás diciendo?… Si son tonterías de éste… Chocheces. ¡Egoísmos de viejo! …

DON GONZALO:

Sí, sí…; egoísmos. Pero, por Dios, riquita, no te enfades. Y ¡ea!… Perdonad a un hermano impertinente esta pequeña molestia… Y venga usted acá… ¡Oh amigo mío, ha elegido usted tarde; pero ha elegido usted bien!

FLORITA:

Vamos, calla; por favor, Gonzalo.

DON GONZALO:

¡Yo no digo que físicamente Florita sea una perfección; pero es un conjunto tan armónico, tan sugestivo, tan atrayente!… Ni es alta ni baja, ni rubia ni morena…; es más bien castaña…; ¡pero qué castaña!… Y mirándola…, cuántas…, cuántas veces he recordado los versos del jocundo, del galante arcipreste de Hita: «Cata, mujer fermosa, donosa e lozana, que non sea mucho luenga, otro si nin enana».

FLORITA:

Estatura regular, vamos. (Alardeando de la suya).

DON GONZALO:

«Que teña ojos grandes, fermosos, relucientes, e de luengas pestañas, bien claros e reyentes».

FLORITA:

(Los abre mucho). Como, por ejemplo…

DON GONZALO:

«Las orejas pequeñas, delgadas. Para al mientes. Si ha el cuello alto, que a tal quieren las gentes La nariz afilada…».



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.