La muerte de la polilla by Woolf Virgina

La muerte de la polilla by Woolf Virgina

autor:Woolf, Virgina
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 978-987-1739-25-7


construyendo anexos y pisos superiores, realizando ampliaciones y proyecciones, permitiéndome incluso, por pura temeridad, aleros, pináculos y almenas… cosas que de hecho transformaron aquel lugar sin pretensiones en algo que no sé cómo llamar; una fortaleza de la fe, un palacio del alma, una extravagante, resuelta, embanderada estructura que tenía tanto que ver con el aire como con la tierra.

En una serie de imágenes que no deben ser sacadas de su contexto, Henry James pinta el estado de su mente, confrontada por los sucesivos aspectos de algo que se le presentaba bajo múltiples y diversas luces de gloria y de tragedia. Su gesto de quien evita la visión de la desgracia, combinado con el irresistible instinto de piedad que lo arrastraba una y otra vez a presenciarla, le recuerda al escritor su renuencia a tomar cierto camino en Rye porque pasaba por las puertas del hospicio y lo obligaba a percatarse de la desesperante fila de indigentes que esperaban ser admitidos. Pero en el caso de los heridos y los fugitivos su humanidad lo forzaba, una y otra vez, a enfrentar la visión, y le traía la recompensa triunfal de descubrir que la belleza que surgía de tales condiciones superaba con creces la miseria: “… su presencia —escribió acerca de los soldados heridos— es una bendita renovación de la fe”.

Un moralista quizás podría objetar que los términos de belleza y fealdad no son adecuados para hablar de una catástrofe tan grande, o que un escritor no debería mostrar una curiosidad tan intensa por los temblores y las vibraciones de su propio espíritu frente a la calamidad universal. Sin embargo, de los libros que describen los horrores de la guerra y convocan nuestra piedad, este relato sumamente personal es el que mejor muestra las dimensiones del todo. No solo —y ni siquiera sobre todo— porque el genio de Henry James nos ha estimulado intelectualmente a analizar los matices y las sutilezas, sino más bien porque por primera y última vez —que nosotros sepamos— alguien ha alcanzado una prominencia lo suficientemente grande para elevarse por sobre la escena y fundamentar su estructura en lo universal. Basta con leer, por ejemplo, la escena de la llegada de los refugiados belgas a Rye en mitad de la noche, que aquí no abreviaremos para no robarle su completitud. Es exactamente la misma escena de siempre sobre un grupo de refugiados que se escabullen en silencio, salvo por el grito de la mujer que lleva en brazos a su hijo, que, en sus mil variantes, miles de plumas han descripto durante los últimos cuatro años. Esos autores han dado lo mejor de sí y, si bien reconocemos su esfuerzo, tenemos la sensación de que no han hecho más que una especie de asedio o ariete contra las emociones que obstinadamente se han negado a rendir sus frutos. El hecho de que todo sea por completo de otro modo en la escena que nos pinta Henry James podría quizás atribuirse a su entrenamiento como novelista. Pero cuando,



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.