La diosa del pubis azul by Espido Freire & Raúl del Pozo

La diosa del pubis azul by Espido Freire & Raúl del Pozo

autor:Espido Freire & Raúl del Pozo [Freire, Espido & Pozo, Raúl del]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2005-05-31T16:00:00+00:00


Capítulo XVII

EL BORCEGUÍ Y LOS CARACOLES

Por Raúl del Pozo

Nos habló san Crisóstomo entre los humos de una sopa de almendras que nos dieron en Calle 54, Paseo de la Habana, dos días después de que le diéramos al forense puerta por la actitud displicente de Ana. San Crisóstomo convive con los muertos en el Anatómico y en ese inmenso tanatorio de la Historia que es el Prado. Vive la muerte de Noelia Roma como un asunto personal y no sabe salir de ese laberinto de culpa, pecado, miedo, envidia y odio que rodea el caso. Llovía en Madrid como nunca, y entraba la gente con copos de nieve en el cabello. En esta segunda ocasión, Ana prestó más atención a las palabras del forense:

—Yo pienso que Noelia Roma —dice san Crisóstomo con un toque de suave pedantería— era un demonio disfrazado de moderna, con perfume embriagador, de bolero. Era una mujer clandestina; sonreía como lo suelen hacer las madonnas en los frescos de Giotto. Pero sabía reírse como una golfa, como una cigarrera. Me considero discípulo de Malevitch y siempre miro a ver si las muñecas tienen coño. Noelia tenía un coño esplendoroso donde guardaba la llave del abismo en el que había convertido una vida de traiciones. Con sus uñas de los pies pintadas, sus labios negros, su boca picassiana, sus caderas perpetuas, sus modales de pija o de pájara, según los casos, tenía enganchados a siete amantes. Dicen que al diablo no le gusta que le griten, ni que le persigan, ni que descubrieran su oculta fantasía, pero alguien que la amaba, es decir que la odiaba, la asesinó porque era demasiado hermosa.

»—Abrieron en canal no sólo su cuerpo, sino sus secretos. Esta princesa de las tinieblas fue degollada en una bacanal donde se consumaba un tabú, tal vez una orgía ritual, una pasión secreta, en la que el borceguí hacía de pene. En ese escenario cutre, ella interpretaba el papel de perrita, según se deduce por las tizas dibujadas por los de la Científica. Ellos definen la postura de árabe orante. Eso de pintarse de añil el pubis resulta extraordinario.

—Uno de los amantes —interviene la policía— ha declarado que a veces se lo pintaba de fresa y otras de coral.

La chapita, Ana Izarra, a la que le falta la paciencia del pescador que hay que tener en este trabajo, que no es tanto de doblar el tirante como de hacer la rata y esperar, le desagrada ese veredicto psicológico de san Crisóstomo, calandria, forense y persona solvente.

Pero yo sigo con atención sus palabras. Nos dijo que el criminal mató con la zurda y lo creí como que hemos de doblar. San Crisóstomo me llamó por la noche del día que estuvimos en la autovía de Burgos para darme la gran noticia: han encontrado en una alcantarilla de la calle Gaztambide un borceguí que contiene en la punta semen y sangre de Noelia Roma. Ignora que fui yo el que lo encontró. El día que estuvimos en las



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