La cabeza del viajero by Nicholas Blake

La cabeza del viajero by Nicholas Blake

autor:Nicholas Blake [Blake, Nicholas]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 1949-06-15T00:00:00+00:00


—Creo que es mejor que dejemos de hablar en enigmas rimados —dijo Nigel irritado—. Pero primero, ¿puedo conocer todos los hechos respecto al falso suicidio de su hermano? Parece que hay mucho que no apareció en la investigación, o por lo menos que no salió en los periódicos. ¿Qué hacía usted allí, por ejemplo? —preguntó Nigel a Torrance.

Hubo un silencio marcado. Así que los que se entendían mutuamente están un poco aturdidos, pensó Nigel; les gustaría cambiar unas pocas palabras en privado entre bastidores, pero no lo harán si yo puedo evitarlo.

Al fin Rennell Torrance aceptó la parábola. La historia como él la dijo, acudiendo a Seaton de vez en cuando para que la confirmara o guiado por alguna pregunta de Nigel, y como el mismo Nigel la escribió poco después para que Blount la hiciera comprobar con el inspector Slingsby, el funcionario que trabajaba en esta parte del caso, es como sigue:

Los Torrances se habían encontrado por primera vez con Oswald Seaton durante una excursión de vacaciones en 1937. Les había permitido que acamparan en los terrenos de Plash Meadow y les surtía de leche y agua. Al verano siguiente invitó él a Rennell y a Mara a su cottage de verano en los Quantocks, a media milla del mar. Los demás miembros del grupo eran Robert Seaton, Janet Lacey y la madre de ésta.

Fue en la segunda semana de estas vacaciones, la última de agosto, cuando ocurrió el “suicidio”. Dos días antes, Mara, de quince años de edad, había caído gravemente enferma de algo que parecía una postración nerviosa, Janet Lacey la había cuidado pero, según Rennell, había sido principalmente la atención y los afanes de Robert Seaton por la niña lo que finalmente le devolvió la salud. Janet Lacey, que en aquel tiempo estaba pasando por una etapa de Christian Scientist, había persuadido a Rennell de que no llamara al médico.

El propio Oswald Seaton había estado muy nervioso la semana anterior. Era la primera vacación que gozaba desde la muerte de su padre, dos años antes, pero parecía incapaz de apartar su mente de sus negocios, continuamente telefoneaba a la fábrica de Redcote, se quejaba a Robert de la tensión del trabajo, de la severidad de la competencia extranjera, etc., y estaba propenso a alteraciones de irritabilidad y de extrema depresión. Éstas se agravaban con la enfermedad de Mara…; le había tomado mucho cariño a la niña y la echaba a perder con regalos; en realidad parecía ser la única persona de la casa que fuera capaz de levantarle el espíritu. Cuando Mara cayó enferma, Janet Lacey estuvo atareadísima, pues, además de cuidar a la niña, también tenía que atender al dueño de casa, porque a Oswald se le había puesto en la cabeza que él era responsable de la enfermedad de Mara por haberla tenido demasiado tiempo expuesta al calor sofocante del día anterior y haberle permitido que sufriera una insolación. Como quiera que fuere, él había acudido a Janet con su nueva preocupación y cuando ella no estaba junto al lecho de la niña, estaba generalmente con él.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.