Guernica. Una nueva historia by Roberto Muñoz Bolaños

autor:Roberto Muñoz Bolaños [Bolaños, Roberto Muñoz]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Espasa
publicado: 2017-02-20T23:00:00+00:00

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GUERRA TOTAL EN EL NORTE: EL BOMBARDEO DE GUERNICA

GUERRA, UNIFICACIÓN Y NEGOCIACIÓN

El periodo comprendido entre el 1 y el 25 de abril de 1937 estuvo marcado por tres dinámicas que terminarían desembocando en el bombardeo de Guernica: la escasamente exitosa campaña militar de Vizcaya[486], la unificación de las organizaciones políticas que habían apoyado la sublevación contra la Segunda República, y la continuidad y el fracaso de las negociaciones para la rendición de los jeltzales.

El desarrollo de la campaña de Vizcaya en los veinticinco días previos al bombardeo de la ciudad constituye el aspecto central para comprender todos los acontecimientos ocurridos en ese periodo. Franco había confiado en que el poder aéreo desencadenado por sus aliados supliera la escasez de fuerzas terrestres y crease las condiciones necesarias para la rendición incondicional de los nacionalistas vascos mediante la vía de la negociación política. Este hecho no solo supondría el desmoronamiento de la resistencia militar republicana en la cornisa cantábrica, acelerando el final del conflicto, como querían sus aliados, sino que, desde el punto de vista económico, le permitiría acceder a la riqueza minera —otro deseo de los alemanes— y a la industria vasca, y desde el político, acabar con el problema que siempre había supuesto la alianza del PNV con los republicanos, además de reforzar su posición de dominio entre las fuerzas sublevadas.

Sin embargo, las operaciones no se habían desarrollado tal como estaban planeadas. Los sublevados, en un exceso de confianza, preveían una operación de no más de dos semanas de duración, que se desarrollaría en dos fases[487]:

1. Ruptura de la primera línea fortificada para posicionarse a la altura de Durango.

2. Aproximación y ruptura del Cinturón de Hierro y ocupación de Bilbao.

En la orden de operaciones que se había entregado a los diferentes mandos el 29 de marzo, se habían establecido dos fases en el primer ciclo de operaciones[488]:

1. Romper el frente enemigo en el macizo Albertia-Murumendi estableciendo en él una base de partida para avanzar sobre Olaetea-Ochandiano, envolviendo la segunda línea enemiga y cortando la carretera Ubidea-Barazar.

2. Reagrupadas las fuerzas, avance a las alturas que dominan los puertos de Barazar, Sumeltza y Urquiola.

Debido al equilibrio de fuerzas existente, se decidió dividir la operación en dos acciones. El 31 de marzo, el mismo día en que Durango, situado a dieciocho kilómetros del frente, era bombardeado; la IV brigada, a las órdenes de Alonso Vega, debía romper el frente y avanzar hacia Ochandiano sobre el eje de la carretera de Vitoria y posicionarse en el puerto de Barazar, sobre la divisoria cantábrica. Simultáneamente, la I Brigada, al mando de García-Valiño, avanzaría en dirección este-oeste hasta el puerto de Urquiola, en la misma divisoria. Y la III Brigada, dirigida por Latorre, tras flanquear el avance de la primera, debía converger con las otras sobre dichos puertos el 1 de abril. La artillería, a las órdenes de Martínez de Campo, apoyaría con 86 piezas de todos los calibres a las fuerzas de Alonso Vega, y con 46 a Latorre y García-Valiño[489]. La aviación tenía la misión de redundar la acción de la artillería.

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