Falso nueve (Scott Manson) by Philip Kerr

Falso nueve (Scott Manson) by Philip Kerr

autor:Philip Kerr [Kerr, Philip]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela
ISBN: 9788491870296
editor: RBA LIBROS
publicado: 2018-03-14T23:00:00+00:00


18

Sonaba bien. Lo del Tranmere Rovers. Aunque no era del todo verdad que pensara así. Después de una rápida cena con mi iPad, consulté el correo electrónico y vi que había recibido un mensaje de Catar en el que me ofrecían el puesto de seleccionador nacional, un mensaje que debían de considerar urgente, teniendo en cuenta que acababan de eliminarlos de la Copa Asia en Canberra. Para los cataríes, había tenido que ser duro digerir la derrota por 4-1 que habían sufrido a manos de sus archienemigos, los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, por mucho que lo intenté, fui incapaz de verme en el papel de Don Revie y entrenando en el desierto; igual que no veo lo de que el Mundial de Fútbol de 2022 se vaya a jugar allí. Ni lo veo yo, ni lo ve nadie. Sería mejor que montaran un mundial de hockey sobre hielo. Pero no es solo por el calor. Es por la manera en que esos países árabes tratan a las mujeres. Me gustan las mujeres. Mucho. Paolo Gentile había dado en el clavo con cuál era mi talón de Aquiles.

También tenía un correo electrónico de Tempest en el que me preguntaba cuándo iba a volver a Inglaterra. La FA me había llamado a declarar por haberle faltado al respeto a Rafinha con aquel estúpido tuit. Aquello de la regla. Le respondí diciendo que, para serle sincero, no tenía ni idea de cuándo iba a volver pero que, como es evidente, accedía a reunirme con ellos en cuanto volviera a Londres. No veía el día. De no haber sido el asunto tan irritante, me habría echado a reír.

También tenía un correo electrónico de Mandel, que estaba en París. Me adjuntaba una copia del informe de la policía sobre el asesinato en Sevran-Beaudottes, el de Mathieu Soulié. Al parecer, habían encontrado muerto al joven, un camello, a menos de doscientos metros del Centro Deportivo Alain Savary. La policía no había detenido a nadie ni tampoco había sospechosos, pero había una pista: se había encontrado un parche satinado y ensangrentado en la mano de la víctima. En él se leía una letra D con tipografía gótica. No pude evitar pensar que tenía que ser el mismo parche que faltaba en una camiseta con la que Jérôme Dumas había posado para la sesión de fotos de una revista y con la que había visto a otro de los camellos de Sevran. Y, claro, esa habría sido una buena razón para marcharse de París y no volver.

Me sonó el móvil, lo que me sorprendió, dado que la señal iba y venía como si fuera un yoyó. Era Everton.

—Jefe, he seguido a la damita.

—¿Y?

—Después de que la hayamos visto desde el bar, en Nevis, la he seguido en dirección este durante un par de manzanas, hasta Independence Avenue y, después, ha cogido por Coronation Avenue. Ha ido a la cárcel local, jefe; a la PSM de Saint John. Ha estado allí casi una hora y, después, ha entrado en una agencia de viajes de Nevis Street.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.