Facha by Jason Stanley

Facha by Jason Stanley

autor:Jason Stanley [Stanley, Jason]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Ciencias sociales
editor: ePubLibre
publicado: 2018-09-04T00:00:00+00:00


Que a un blanco de clase obrera que se ha quedado sin empleo por culpa de la situación estructural de la economía le digan que recuerde que por ser hombre y blanco «es un privilegiado» puede que despierte o avive su interés por los movimientos blancos supremacistas. Al fascismo le divierte enormemente que los demócratas liberales intenten poner a los blancos en su lugar. Para investigar las desigualdades estructurales es necesario que todo el mundo reflexione y vea que hay pruebas muy convincentes de que, por su posición privilegiada étnica y de género, los hombres blancos —y, en menor medida, las mujeres blancas— han disfrutado de una amplísima libertad que les ha sido negada a los ciudadanos negros. Decirles a los blancos que «son unos privilegiados» es hacerles ver que su día a día se desarrolla en una realidad social aislada. Sin embargo, esta frase se instrumentaliza para atacar a las élites liberales y acusarlas de hipocresía, porque para la propaganda nacionalista blanca no hay ningún ejemplo de racismo contra los negros en Estados Unidos en 2017, pero sí muchos contra los blancos.

La política fascista oculta la desigualdad estructural intentando dejar en mal lugar los esfuerzos realizados para hacerle frente. La discriminación positiva se ideó para identificar y solucionar las desigualdades estructurales. Pero, al mentir sobre ella y presentarla como una medida que no tiene nada que ver con el mérito individual, algunos detractores mantienen que lo que de verdad buscan los defensores de la discriminación positiva es colocar a su propio movimiento nacionalista étnico o de género en una posición de poder a costa de los blancos americanos que se esfuerzan en su trabajo (aunque no tengan ninguna prueba que lo corrobore). El trauma de perder una dignidad asentada y jamás cuestionada anteriormente —conseguida por ser blanco, y no negro— queda plasmado a la perfección en un lenguaje que potencia el victimismo.

En la década de 1990, el movimiento estadounidense por los derechos de los hombres (MRA, por sus siglas en inglés) se hizo eco de la situación y concretó que la pérdida de privilegios era el resultado de la persecución contra el hombre blanco. En su libro Angry White Men: American Masculinity at the End of an Era, Michael Kimmel, sociólogo en la Universidad de Stony Brook, escribe lo siguiente:

Cuando se dice que los hombres blancos son los opresores, los tipos blancos corrientes, de clase media, no sienten en absoluto que ese supuesto poder llegue hasta ellos. […] Para el MRA, las verdaderas víctimas de la sociedad estadounidense son los hombres, y por ello han creado organizaciones que den salida a los temores de los hombres y expresen su ira contra el feminismo. Algunos de estos grupos son Coalition for Free Men, National Congress for Men, Men Achieving Liberty and Equality (MALE), o Men’s Rights Inc. (MR, Inc.). Todos ellos proclaman su compromiso con la igualdad y con el fin del sexismo, motivo por el que se sintieron obligados a combatir el feminismo[6].

Kimmel observa que «estas nuevas legiones de



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.