Estados peligrosos by Noam Chomsky & Gilbert Achcar

autor:Noam Chomsky & Gilbert Achcar [Chomsky, Noam & Achcar, Gilbert]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Ciencias sociales
editor: ePubLibre
publicado: 2007-01-01T05:00:00+00:00

De todos modos, si a uno le preocupan seriamente las armas nucleares iraníes, existen otras maneras más sencillas de incrementar la probabilidad de que no las desarrollen. De entrada, si las presiones contra Irán se aflojaran, tendrían muchos menos incentivos para la creación de un elemento disuasorio.

Hay cuestiones de mayor profundidad que tienen que ver con la proliferación de armas. Una cuestión en la que casualmente estoy de acuerdo con la administración Bush es que el Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares[69] necesita una revisión urgente. El artículo IV del tratado permite a los países desarrollar la energía nuclear para usos civiles con toda libertad, y por el momento no hay indicios de que Irán haya sobrepasado las obligaciones del mismo. Sin embargo, se trata de una provisión demasiado débil. Tenía pleno sentido en 1970, cuando se introdujo. Pero con las mejoras tecnológicas que se han dado desde entonces, la brecha que separa el poder energético nuclear y las armas nucleares se ha reducido de manera muy significativa, de modo que a estas alturas, cuando se desarrolla la energía nuclear, uno está mucho más cerca de las armas de lo que estaba en 1970, y éste es un asunto muy delicado. Hay distintas formas de abordar este problema, y están desde hace años encima de la mesa. El problema elemental es el enriquecimiento de los materiales físiles, que se pueden utilizar en las armas nucleares. Si se pudiera detener o controlar el desarrollo de dichos materiales, esto esencialmente pondría fin al problema de la proliferación nuclear. No pondría fin al problema de las armas nucleares existentes; todos los Estados nucleares han violado el tratado, Estados Unidos más que ningún otro. De hecho, Estados Unidos rechaza algunas de las provisiones que contiene. Dejando esto a un lado, si se pudiera controlar la producción de material fisil terminaría la proliferación. Hace un par de años hubo una propuesta de Mohammed ElBaradei, director general de la Agencia Internacional de la Energía Atómica, para poner el enriquecimiento de materiales al mismo nivel de las armas nucleares sujetas a control internacional. Esto esencialmente pondría fin al problema de la proliferación. Pero la propuesta cayó en saco roto: Estados Unidos ni siquiera quiso atenderla. Hacia 1993, más o menos, se tomó una decisión en las Naciones Unidas para poner en marcha un tratado verificable para el recorte de material físil, con objeto de poner fin a la producción de materiales físiles enriquecidos al mismo nivel que las armas nucleares, y para que se ejerciera una supervisión internacional, con la pertinente verificación y control de todo ello. Estados Unidos ha bloqueado las negociaciones de este tratado durante mucho tiempo. Sin embargo, fue sometido a votación en noviembre de 2004. No es ninguna exageración decir que el futuro de la humanidad depende de ello. Si no se pone en práctica, inevitablemente habrá una guerra nuclear. Se sometió a votación, como digo, en el Primer Comité de la Asamblea General en noviembre de 2004, y la votación fue de 147 a 1, con dos abstenciones.

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