El testamento de San Juan by Benítez J. J

El testamento de San Juan by Benítez J. J

autor:Benítez, J. J [Benítez, J. J]
Format: epub
publicado: 2010-02-11T00:53:44+00:00


El universo no era inevitable

6 Y en mi visión vi también el sexto Superuniverso, girando en torno al Gran Universo. Y sus cien mil universos proclamaban la gloria del Señor. Y de la sexta rueda de mundos escuché la voz del sexto de los Siete Espíritus Maestros. Él regenta la sexta Escuela de Dios. Y en ella se enseña el sexto atributo de la Divinidad. Y el sexto Espíritu Maestro dijo:

«Sólo Dios es el Primero. Escucha, hijo de la tierra, la sexta maravilla del Padre.

»¿Creéis que Dios pierde su primacía porque delegue su poder? Su mano sigue firme sobre la palanca de las circunstancias. Y esas circunstancias son Él mismo. No confundáis su generosidad con el desinterés. Él delega y otorga su poder a sus hijos, pero permanece el Primero. Es el Primero. Será el Primero. Las decisiones finales son suyas. Nadie, ni siquiera los rebeldes, pueden ensombrecer su primacía. Fue escrito: "¿Quién como Dios?" Aquellos pocos que han elegido la iniquidad como bandera disfrutan limitadamente de su primacía. Y

esa primacía es siempre como la mejoría que anuncia la muerte. Debéis sentiros felices y confiados: esa primacía del Padre está al servicio de la felicidad universal. Por ello no es erróneo profetizar que la felicidad revolotea en todas las órbitas de lo creado.

»La soberanía del Padre es ilimitada. Estáis ante el hecho fundamental de toda creación. El universo no era inevitable. Aunque no comprendáis aún sus leyes y su armonía, no imaginéis que estáis ante un accidente cósmico. El universo no existe por sí mismo. Este Gran Universo y el Maestro Universo y cada uno de los siete Superuniversos y los cien mil universos de cada Superuniverso son un puro y sublime trabajo de creación divina. Él se asomó un día al tablero de sus infinitas posibilidades y pensó en la Creación. Y así surgió el Gran Universo y todo cuanto ya conoces. Todo fue trazado con amor. Cada sol, cada fuerza, cada mundo, cada vida, cada hombre y cada futuro. Todo fue dibujado en su Infinitud, con los pinceles de su Sabiduría. Todo —hasta el último entre los últimos— fue planeado con la meticulosidad del que ama. Tú entre ellos. Él escogió tus rasgos. Él moldeó tu cuerpo y Él sacó tu espíritu inmortal de su propia Inmortalidad. Todo, en suma, está sometido a su voluntad, porque todo es suyo.

El universo no era, pues, inevitable. Y esa bondad y amor en lo creado son tanto mayores cuanto más grande es su imperfección aparente. Dios no cubre a las criaturas perfectas de Havona con el amor con que cubre a los mundos evolucionarios del tiempo y del espacio. Ellos ya son el amor. Vosotros, en cambio, navegáis en busca del amor. ¿Quién puede necesitar más de Dios?»



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.