El poder de las historias by Martin Puchner

El poder de las historias by Martin Puchner

autor:Martin Puchner [Puchner, Martin]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Crítica
publicado: 2019-02-25T23:00:00+00:00


1575, MAR MEDITERRÁNEO

Durante mucho tiempo, Miguel de Cervantes ignoró por completo su futuro como autor, solo le interesaba labrarse fama como soldado.2 Consiguió su objetivo en la batalla de Lepanto, en 1571, en la costa occidental de Grecia, cuando contaba con veinticuatro años. Desde que los turcos otomanos tomaran Constantinopla, hacía ya más de un siglo, la cristiandad había tratado incansablemente de detener su avance hacia occidente. Con este propósito, los estados católicos costeros habían formado la Liga Santa y enviado una gran flota compuesta por varios centenares de galeras, junto con 40.000 marinos y 28.000 tropas, entre ellas la temida infantería española. El papa había prometido a Cervantes y a sus conmilitones una indulgencia plenaria —la remisión completa de todos sus pecados— por los servicios prestados en combate. La Liga Santa se enfrentó contra una flota más pequeña de galeras otomanas, a cuyos remos bogaban esclavos cristianos capturados, a quienes, a guisa de motivación, se les había prometido la libertad si ganaban los otomanos.

Durante los días anteriores a la batalla, Miguel de Cervantes se había visto confinado bajo cubierta a causa de una fiebre severa, pero cuando llegó la hora del combate, no quiso permanecer al margen mientras sus compañeros se enfrentaban al enemigo.3 Las dos flotas trabaron batalla y cientos de galeras con sesenta mil hombres y centenares de cañones se lanzaron unas contra otras en el mar traicionero. Las naves se embestían, ardían en llamas y se hundían. Atrapados entre el mar, el acero y el fuego, los soldados combatían por cada palmo de sus barcos, que cabeceaban por las repentinas maniobras y el impacto de los cañonazos. El grito de guerra de los turcos era especialmente aterrador, pero quedaba ensordecido por el fragor de los disparos de los cañones y los alaridos de desesperación de los soldados que sucumbían por el fuego y las espadas o que caían por la borda para morir entre las olas.

La batalla de Lepanto se saldó con la victoria de la Liga Santa y la derrota de los turcos, pero Cervantes quedó inválido del brazo izquierdo. Esta batalla supuso un punto de inflexión en la guerra secular contra el Imperio otomano, y puso fin al avance turco permitiendo el regreso triunfal de don Juan de Austria, que había capitaneado la Liga Santa.

Cuatro años después de la batalla, Cervantes y su hermano emprendieron también el regreso a casa, con la esperanza de una cálida acogida, puesto que Cervantes llevaba una carta de recomendación de don Juan de Austria por su valor y coraje en combate, que le permitiría encontrar un empleo a pesar de su herida cuando por fin el barco arribase a puerto español.

Mientras la galera que transportaba a los hermanos Cervantes navegaba costeando hacia Barcelona, un barco se dibujó en el horizonte. Al principio costaba distinguirlo, pero no tardaron en constatar que iba directo hacia ellos y comprendieron que les perseguían piratas del norte de África. La galera trató de huir, pero los piratas, equipados con un buque más rápido



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