El espectáculo del vampiro by Richard Laymon

El espectáculo del vampiro by Richard Laymon

autor:Richard Laymon [Laymon, Richard]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Terror
editor: ePubLibre
publicado: 1999-12-31T16:00:00+00:00


32

Cuando llegamos a casa de Slim, ella dejó la bolsa del supermercado en la entrada y se puso de cuclillas delante de la puerta.

—Parece que el adhesivo está bien. Quédate aquí. Miraré la puerta de atrás antes de que entremos.

Esperé. Un par de minutos más tarde Slim abrió la puerta principal desde dentro.

—Entra —dijo.

Con la bolsa en una mano y la camisa de Rusty en la otra, pasé el umbral de la puerta.

Slim cerró la puerta y echó el cerrojo.

—Si ha entrado alguien mientras estábamos fuera, no ha utilizado las puertas.

—Supongo que son buenas noticias —dije.

Pareció sorprendida.

—Los vampiros pueden transformarse en murciélagos o lobos… o incluso en niebla. Si te conviertes en niebla puedes entrar en casi cualquier sitio.

—Todavía no es de noche —le recordé.

Ella sonrió y dijo:

—Técnicamente no. Si nos ponemos picajosos, los vampiros no pueden entrar en ningún sitio sin ser invitados.

—Esas son buenas noticias.

—Pero la gente puede.

—No con tanta facilidad.

—Quiero cepillarme los dientes. ¿Por qué no dejas esas cosas y subes conmigo? Puedes hacer guardia, solo por si acaso.

—Vale.

Subimos arriba juntos. Encendió la luz del baño y me dijo:

—Saldré en un minuto —y cerró la puerta.

No echó el cerrojo; se habría escuchado el sonido metálico.

Era genial saber que confiaba en mí.

Desde fuera, oí el agua que empezaba a correr.

Todavía no era de noche, pero el pasillo estaba casi oscuro. Pensé en dar un paseo hasta el fondo para echar un vistazo rápido a las habitaciones. Pero quería estar cerca de Slim y en realidad prefería no ver las habitaciones… ¿Qué pasaría si no estaban como las habíamos dejado? ¿Qué pasaría si alguien estaba escondido en alguna de ellas? Oculto, en silencio, esperándonos.

No me parecía muy probable. Si tuviera que jugarme algo, habría apostado a que no había nadie en ninguna de las habitaciones ni en todo el resto de la casa, aparte de Slim y de mí.

De todas formas, sentí un escalofrío recorriéndome la espalda mientras miraba la oscuridad al final del pasillo.

Deseé que Slim se diera prisa.

Cerró el agua. Esperaba que se abriese la puerta, pero no fue así.

De inmediato, empezó a sonar un chapoteo continuo.

Uy.

No quería que Slim saliera y se preguntase si la había escuchado así que me alejé de la puerta. El sonido disminuyó, aunque aún podía oírla. Me detuve unas zancadas más allá.

Miré las dos habitaciones.

Me dije que allí no había nadie. Estuvieron aquí, pero luego se marcharon y fueron a mi casa.

¿Habrán ido a casa de Rusty?, me pregunté. Él también había estado en el llano Janks.

Oí el sonido de la cadena.

Poco después, la puerta del baño se abrió y la luz se esparció por el pasillo.

—¿Dwight?

—Estoy aquí.

Me acerqué a la puerta. Slim parecía un poco preocupada.

—¿Dónde has ido?

—A ningún sitio. Solo estaba allí —le indiqué ladeando la cabeza.

Salió del baño y miró hacia el fondo del pasillo.

—¿Escuchaste algo? —me preguntó.

Negué con la cabeza.

—No. Solo estaba… esperándote.

—Vamos a mi habitación —dijo.

—Vale.

Mi corazón empezó a latir con fuerza. Avancé al lado de Slim y dejamos atrás la entrada iluminada.

Apresurándose en el último



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