El despertar de Aaron by K.C. Wells

autor:K.C. Wells [Wells, K.C.]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Romance, Contemporary, Fiction, LGBTQ+, gay
ISBN: 9781913843885
Google: RCQ9zwEACAAJ
Amazon: B0B3Y7WDPD
editor: K.C. Wells
publicado: 2022-06-12T00:00:00+00:00

Aaron paró la camioneta frente a la casa de Dean y apagó el motor.

Dean se giró y le miró.

—¿Quieres entrar?

Aaron no estaba seguro de lo que quería. Una vez hubieron pasado el rótulo de Bienvenidos a Mount Desert, la parte lógica de su cerebro se había puesto en marcha.

—Realmente, debería irme a casa. Hay cosas que necesito hacer antes de mañana. Ya sabes: colada, compra,...

Dean estudió su rostro.

—¿Lo estás pensando mejor?

—Un poco, ¿a lo mejor? —admitió Aaron. Hablar de sexo era sencillo, hacer algo al respecto era algo completamente diferente.

—No tenemos que hacer nada —dijo Dean casi en un murmullo.

—No, quiero hacerlo —protestó Aaron—. Creo que he querido hacerlo desde hace tiempo. Pero hay una cosa que me gustaría saber antes —su pulso se aceleró.

—Y ¿cuál es?

—¿Besas? —preguntó y su corazón se volvió loco en su pecho.

Dean parpadeó.

—Claro —respondió Dean sorprendido.

Aaron no estaba seguro de por qué eso era tan importante para él. Solo sabía que era algo que se había deslizado en su mente en algún momento de la noche.

—Lo pregunto porque me has hecho una paja, pero... no me has besado. Y sé que los hombres se besan porque lo he visto. Quiero decir, lo hacen incluso en el porno. A veces, pueden pasarse media escena besándose, así que supongo que no hay mucha diferencia en ese aspecto. Pero a lo mejor, no es algo que te guste hacer a ti—.

—Aaron —le cortó Dean poniendo una mano sobre su boca—. Deja de hablar para que pueda besarte.

Aaron se heló y Dean se acercó a él. Sus labios eran cálidos y suaves y su barba era áspera contra su piel, pero no le importó. Aaron envolvió su cuello con una mano y profundizó el beso mientras le acariciaba la nuca, deseando que no terminara.

Pero sabía que, si paraba ahí, Dean no desaparecería a medianoche.

Rompió el beso.

—Está bien. Ahora, realmente necesito irme.

Dean le miró fijamente a los ojos.

—Pero vas a volver.

—Sí, voy a volver —sonrió Aaron—. Y sí, puedes pintarme. Cuando estés preparado, llámame.

—¿Y si aún no estoy preparado para pintarte, pero quiero verte? ¿Estaría bien?

Esta vez fue Aaron el que se inclinó y le besó ligeramente en los labios.

—Mejor que bien —murmuró.

—Está bien saberlo —susurró Dean. Luego, se irguió—. Entonces, supongo que debería dejar que vayas a hacer la compra y la colada.

Aaron rio.

—Esa parece una manera perfecta de deshacerse de una erección. —Pulsó el botón que abría el maletero—. ¿Necesitas que te ayude a sacar tus cosas?

—No, puedo arreglármelas —dijo Dean. Salió de la camioneta y se dirigió a la parte trasera del vehículo. Aaron esperó hasta que estuvo en su puerta principal antes de poner en marcha el motor de nuevo. Dean se despidió con un gesto de la mano y Aaron salió del camino de entrada.

Mientras conducía a lo largo de la carretera de Bar Harbor sonrió.

«Dean es más encantador de lo que ha sido nunca Spiderman. Más sexy, también».

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