El Báculo de Santiago by Tracy Saunders

autor:Tracy Saunders [Saunders, Tracy]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Histórico, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2012-01-01T00:00:00+00:00

* * *

—¿Entonces volveremos a verte pronto, Pedro? —me preguntó Teresa cuando me iba del Castillo Froilán.

—Por supuesto que sí, mi muy dulce hermana —le respondí mientras me alejaba.

«Y la próxima vez vendré a pedir la mano de mi dama».

Capítulo 16

Dos cosas han sucedido. Y, aunque independientes, están a punto de coincidir.

La primera fue de lo más inesperada. A través de unos peregrinos franceses recibí mensaje de que Diego Peláez estaba mortalmente enfermo y quería verme. Mientras me preguntaba cómo buscaría un motivo para dejar Compostela y mi trabajo durante casi seis semanas, de forma del todo involuntaria Gelmírez me proporcionó la invitación perfecta para viajar.

—Pedro, pasa —me había dicho.

Su mesa estaba cubierta de rollos de dibujos arquitectónicos. Los nuevos canteros habían llegado, después de que Esteban se fuera hacia el este en circunstancias un poco misteriosas. Durante los meses anteriores, Diego había desempeñado un papel muy activo en la construcción de la catedral… demasiado activo para el gusto de los monjes de San Paio. Ellos siempre se habían ocupado del sepulcro, y ahora Diego estaba consiguiendo buscarle las cosquillas a su susceptibilidad al insistir en que el obispo debía tener mucho más que decir sobre el asunto. Por consiguiente, los canteros detuvieron temporalmente el trabajo, y el maestro de obra decidió que no podía trabajar para dos patrones y se marchó.

—Pedro, necesito que hagas un viaje; un largo viaje en realidad. Vas a ir a Cluny.

—¿A Cluny? Pero eso está en…

—Francia. Sí. El duque Raimundo y el conde Enrique de Portugal desean enviar una carta a Hugo, el abad. Se trata de algo… delicado, y es preciso que la carta vaya acompañada, igual que la respuesta. Iría yo mismo, pues aprecio muchísimo la abadía y al abad, pero en este momento no puedo, de modo que he decidido que la persona más indicada para esa tarea eres tú. Acompañarás a Dalmacio Geret. Debes partir mañana por la mañana.

Después de comunicarme sus órdenes volvió a estudiar los planos. De ese modo me daba permiso para retirarme.

—Pero…

Yo tenía un millar de preguntas.

—Ve a ver a Munio. Él está haciendo todos los preparativos. Anda con Dios.

Dicho esto, sólo me cabía dar media vuelta y marcharme.

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