El asesino de la máscara noh by Malenka Ramos

El asesino de la máscara noh by Malenka Ramos

autor:Malenka Ramos [Ramos, Malenka]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga, Policial
editor: ePubLibre
publicado: 2024-02-22T00:00:00+00:00


14

10 de noviembre, jueves

—No entiendo por qué demonios sales del hospital así.

Con la bolsa de la cámara colgando del hombro, Fran caminaba detrás de Elda, que parecía tener prisa por llegar a algún sitio. Se había pasado todo el día haciéndose pruebas en el hospital por el golpe que se dio en la cabeza con el volante, pero en el momento en que le dieron los resultados y le vendaron la mano por el traumatismo que se ocasionó, cogió sus cosas, pidió el alta y se largó.

—No tengo nada y no voy a quedarme aquí dos días, Fran —dijo subiéndose al coche de él, dado que el suyo se lo había llevado una grúa—. Han intentado matarme y no puedo ir a la policía.

—Te dije que meterte en ese asunto del CNI era peligroso, pero siempre tienes que hacer lo que te da la gana.

Cerró la puerta de un portazo y se llevó las manos a la cabeza.

—No puedo quedarme en casa, al menos durante unos días.

—Tienes que ir a la policía.

—¿Te has vuelto loco? ¿Y qué pasa con la investigación?

Fran la miró con una expresión de sorpresa.

—¿Tú te estás escuchando? ¡Te acaban de sacar de la carretera, Elda! ¡De la puta y jodida carretera! ¿Pretendes seguir con esto? ¡Te están avisando!

—Ese tío del CNI está metido en algo gordo, algo que tiene que ver con ese Montenegro, y casualmente han muerto tres personas. ¡Cuatro!

—La última víctima no tiene nada que ver con ellos, Elda. Era un abogado penalista que no estuvo en esa fiesta y…

—Eso es lo que creemos, porque no sabemos nada. A uno no lo sacan de la carretera si no molesta. Estoy segura de que estoy muy cerca de la verdad —dijo moviendo los ojos muy rápido mientras recapacitaba—. Pararé en casa, le dejaré el gato a mi vecina, le diré que me voy unos días de viaje y me alojaré en un hotel un tiempo. Al menos hasta que me aclare y sepa qué hacer.

—Hablar con ese madero.

Elda lo miró.

—¿Andreu Martí? ¿Te has vuelto loco? ¡Si hablo con él, a la mierda mi noticia!

Fran giró en la primera calle a la derecha y paró delante del edificio de Elda.

—Subo contigo. No me fío una mierda de nada.

Dejó el coche en doble fila y los dos cruzaron la calle. Al salir del ascensor, ya se percibía que algo no iba bien; la puerta de la casa estaba ligeramente abierta.

—Mierda —susurró Elda empujando con dos dedos la puerta.

—Cuidado.

Entraron despacio; el salón estaba totalmente desordenado. Los cojines del sofá estaban abiertos y la espuma salpicaba el suelo como copos de nieve, los cajones del aparador estaban tirados por el piso con todo su contenido volcado y la habitación no presentaba mejor aspecto; hasta el colchón estaba volcado fuera de la cama y rajado por el centro.

Se quedó muy quieta un instante, oía algo apenas imperceptible, un siseo sutil en algún lugar de la habitación; provenía del suelo, de la tarima de madera que tenía bajo sus pies. Elda



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.