Cuando morir no es un problema by Eloy López

Cuando morir no es un problema by Eloy López

autor:Eloy López
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Terror
publicado: 2006-02-01T00:00:00+00:00


* * *

Luego de mucho andar, Tábata logró llegar a la aldea al despuntar el alba... no encontró a ninguna piedra.

—<<¿Adónde se habrán ido todos? ¿Qué ha sucedido aquí?>>— pensó, jadeando todavía por el cansancio ante tanto trayecto recorrido.

—¡Allí está!— gritó alguien tras ella. Tábata se volvió al instante y vio a todas las piedras, reunidas allí, con un expresión terriblemente acusadora— ¡Esa es la chica amiga de los humanos!

—¡Piedras! ¿Qué ha sucedido?— preguntó Tábata.

—Eso es lo que nosotras quisiéramos saber... —dijo una gruesa roca negra que salió de entre el grupo a hablar por todas— quisiéramos que nos explicaras por qué ese humano te rescató en el río, mientras que a nosotras nos arrojó a un terreno abandonado.

—Es que hay algo que ustedes no saben— trató de explicar Tábata, intuyendo que las palabras no la ayudarían en esa coyuntura— regresé porque debo explicarles esto. Pensé que ustedes debían saber...

—¡Niña! ¡¿Conoces la gravedad de lo que hiciste?! —cortó la otra— nos has traicionado. A todas nosotras.

—Pero, es injusto que digan eso ¿Cómo iba yo a saber nada? —replicó Tábata—. Cuando el tallo se volcó, quedé inconsciente; desde allí no supe nada más hasta que desperté en...

—¿Y todavía te atreves a cuestionar nuestras objeciones? ¿Sabes qué significan los humanos para nosotras? ¡Para nosotras, ellos son lo peor! Los humanos nos han pisoteado por muchos años como basura, nos lanzan, nos usan a su conveniencia. Te aseguro que a ti te transformó así uno de ellos— alegó la otra, mirándola de pies a cabeza.

—Pues, si... pero ¿No es bueno poseer ahora sus mismas habilidades? —dijo Tábata—. Podemos organizarnos y hacerles saber que ahora somos semejantes a ellos, entonces nos tratarían muy distinto, se los aseguro. Escuchen...

—¡No! ¡Ya estamos asqueadas de estar así! ¡No es nada interesante el andar por allí sorteando toda serie de molestias!— gritó la piedra negra.

—<<¿Cómo pueden ser tan ignorantes?>>— pensó Tábata.

—Lo único que estamos viendo es que tú pareces estar muy familiarizada con los humanos— comentó la piedra negra. —Hasta te pareces a ellos; y estás muy contenta de que te hayan rescatado, pero te importa un bledo lo que hayan hecho con nosotras. Te comportas justo como ellos...

—¡¡Acaben con ella!!— gritó alguien de entre el grupo.

—¡¡Mátenla!!— dijo otro. Todos comenzaron a caminar hacia ella lentamente, con intenciones nada buenas...

—¡No! ¡Se equivocan!— gritó esta vez Tábata— ¡Claro que sí me importan ustedes! Si no, ¿Por qué habría de regresar? Es que hay algo que ustedes desconocen...

—Estás perdida, muchachita. No tienes futuro por ese camino que sigues— sentenció la piedra negra, haciendo una seña, y llamando a una de las rocas del grupo— así que mejor...

Esta vez, las piedras de la aldea parecían estar completamente herméticas. No estaban dispuestas a creer otra cosa que lo que ellas creían, solo se acercaban a Tábata con furia viva, que se les notaba en sus expresiones. De repente, una de las rocas, una bastante alta y robusta de color negro que estaba entre la multitud sacó una especie de ballesta de madera, muy grande.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.