Cuadernos africanos by Alfonso Armada

autor:Alfonso Armada [Armada, Alfonso]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ensayo, Historia, Ciencias sociales
editor: ePubLibre
publicado: 1998-01-01T00:00:00+00:00

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Naufragio. Así se podría describir la situación de la mayoría de los que viven en el hotel Mamba Point. Los libaneses han conseguido —mediante transacciones financieras y de otro tipo— seguridad para su establecimiento y sus huéspedes, agua, electricidad, comida y líneas telefónicas. El griego y su familia local no pueden abandonar el recinto, o prefieren no arriesgarse a hacerlo. El personal, autóctono en su mayor parte, salvo un cocinero oriental, vive con pánico los momentos de combates en los aledaños del hotel. Los periodistas, una buena parte de ellos, al menos, salen todos los días a recorrer las calles de la ciudad, donde se encuentran escenas delirantes: niños desafiando a las balas, jugando a la guerra con armas de verdad, cadáveres comidos por los perros, o yaciendo bajo la lluvia recién fabricados por una bala, guerrilleros capaces de cortar una mano de un tajo y de ponérsela en la boca a modo de atributo guerrero. Para abandonar el país, los periodistas deben recurrir a los helicópteros de la embajada de Estados Unidos. No son seguros y las plazas son siempre inferiores a la demanda. El hotel está rodeado por el mar y una ciudad aniquilada, tierra de nadie, líneas de un frente más o menos estable, bandas de asesinos, destrucción y peligro incierto. La temporada de lluvias está a punto de iniciarse y los aguaceros son frecuentes y brutales. El mar se encabrita y amenaza con salirse de su lecho, y barrer los escombros de una ciudad que en buena parte debería ser completamente arrasada para poder ser reconstruida. Pero hay otros escombros en la memoria que ningún bulldozer moral podrá retirar completamente. En el hotel Mamba Point, los náufragos, rodeados de agua (lluvia torrencial y mar embravecido), crueldad inaudita, absurdo y destrucción se enfrentan a sus propias pasiones y conciencias. La noche cae.

Martes, 21 de mayo

«CALÍGULA (apartado, en tono neutro). Los hombres mueren y no son felices».

[Digamos que se trata de la primera premisa].

«HELICÓN (después de una pausa). Vamos, Cayo, es una verdad a la que no nos acomodamos muy bien. Mira a tu alrededor. Eso no les impide almorzar».

Digamos que se trata de la segunda premisa y que han sido halladas al azar (es decir, esta misma noche y en Monrovia. Tal vez la última noche en mucho tiempo o la última noche para siempre). La conclusión es casi obscena: así es. No hemos dejado de ver escenas espantosas, pero eso no nos ha impedido seguir almorzando (tres, a veces dos, comidas al día) y durmiendo. No sentíamos necesidad de no hacerlo: para poder seguir dando cuenta del horror hay que comer, porque dejemos de comer no va a terminar. Pero la primera premisa sigue siendo dolorosamente real.

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