Catherine Gaskin - Este otro eden (revisto) by Catherine Gaskin

autor:Catherine Gaskin [Gaskin, Catherine]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Ediciones Cisne
publicado: 1958-06-14T16:00:00+00:00

CAPITULO V

Acudieron numerosos invitados a Lynmara para asistir al baile con que había de celebrarse el compromiso de David con Nicole. Dieciséis de ellos tomaron asiento a la mesa para cenar a primera hora de la noche. Nicole estudió con interés y curiosidad sus rostros. Todos tenían caras muy inglesas, con ojos despiertos y poniendo todos gran cuidado al hablar.

El viejo lord Cassingham hablaba animadamente de jardinería con la condesa. Nicole le oyó decir:

—Las rosas son magníficas. Las mejores que he visto en varios años.

La condesa sonreía halagada. Más lejos, su tío Charles contestaba con simples monosílabos a la charla incesante de Carol Anderson, sentada entre él y Dennis Pattinson. Dennis era un muchacho joven y atractivo. Charles apenas si intervenía en la conversación. Nicole conocía a Carol y a su hermana Lorna mejor que a cualquier otra de las muchachas que le hubiesen sido presentadas en Londres. En apariencia eran muy semejantes: cabellos rubio platino, ojos un poco inexpresivos y caras pequeñas. Los que preferían otro tipo de belleza más llamativo, rehuían su belleza pálida. La mirada de Nicole pasó de Carol a Phillip Haven, sentado junto a su hermana. Comía en silencio, fracasados sus intentos de conversación ante la poco comunicativa Lorna. Le divirtió ver la mirada de envidia que dirigía a Dennis. Las muchachas Anderson habían sido elegidas por Iris como sus damas de honor. Nicole estaba satisfecha. Dada la belleza pálida de las muchachas, no había el menor peligro de que eclipsaran la suya en su propia boda.

Perdidos todos los hilos de posible conversación, Nicole miró en torno suyo tratando de encontrar algo que decir. Todo el mundo parecía muy ocupado. Miró a David; discutía animadamente una reciente baja del mercado de valores. Nicole sabía poco de la bolsa y le interesaba menos, de forma que no tuvo deseos de intervenir. Frente a ella, Raip, Holden estaba tratando de entablar conversación con Lorna y no quiso interrumpir lo que consideraba un esfuerzo plausible. Al fin creyó posible hablar con alguien. El hombre en quien pensó era un K. C. (1)[(1) Knight Commander, Caballero Comendador de la Orden del Baño], dignidad que nadie alcanza siendo mudo.

Desde el otro extremo de la mesa le llegó el eco alegre de una risa. Nicole miró hacia allá y vió a lady Cassingham, cuyo rostro mostraba aún una divertida sonrisa. Gorda, con dos barbillas, las gruesas manos haciendo constantemente vagos gestos en el aire que podían decirlo todo sin decir nada, era, en todo, lo opuesto de su marido. Su hija, Hilary, era como una edición reducida y juvenil de su madre. Gorda ya, tenia la misma sonrisa idénticos gestos vagos e iguales ojos inquietos saltando como un pájaro de un lado a otro. Mary, la otra hija de lady Cassingham, era seria y grave. Nicole la contempló un instante, llegando a la conclusión de que sólo tenía bonitos los ojos y las manos. Era inteligente; había leído muchos libros famosos, asistido a los últimos estrenos, a los conciertos y las exposiciones, y podía hablar ampliamente de todo ello.

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