Breve historia de Japón by Mikiso Hane

Breve historia de Japón by Mikiso Hane

autor:Mikiso Hane [Hane, Mikiso]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Historia
editor: ePubLibre
publicado: 2000-01-01T00:00:00+00:00


Mujeres militantes

Los movimientos a favor de la «civilización y la ilustración» y de los derechos del pueblo no consiguieron mejorar el status de las mujeres. Algunas decidieron formar parte activa de los movimientos populistas desde un principio, como Fukuda Hideko (1867-1920), que participó en las actividades por la defensa de los derechos del pueblo y de la mujer. Pero desilusionada con los miembros del partido de política liberal, decidió unirse al incipiente partido socialista. Luchó por sus creencias y escribió artículos para periódicos liberales y socialistas en los que reclamaba una mejora de las condiciones de trabajo en las fábricas textiles, mayor justicia en el sistema familiar y defensa de los derechos de la mujer en general. Se opuso a la guerra ruso-japonesa y se enfrentó a la compañía minera Ashio por contaminar un río que era esencial para los granjeros que vivían corriente abajo. El fracaso del movimiento hizo que Fukuda acabara sus días pobre y desilusionada. Profundamente decepcionada con los numerosos hombres con los que había trabajado, manifestó: «Los hombres no valen nada. Se les compra fácilmente con títulos nobiliarios y medallas. En este sentido, las mujeres son más de fiar. Entre nosotras no hay estúpidas que se pavonean orgullosas tintineando las medallas que cuelgan de su cuello»[4].

Dentro de los grupos socialistas y anarquistas surgieron unas cuantas mujeres que desempeñaron un papel determinante. La más destacada fue la ya mencionada Kanno Sugako (véanse págs. 163-164). La ejecución de Kanno y su grupo detuvo temporalmente el movimiento radical, pero no por ello cesó la lucha por los derechos de la mujer. En 1911 Hiratsuka Raichō (1886-1971) organizó la Seitōsha (Sociedad Intelectual), que brindaba a las escritoras la oportunidad de publicar, si bien su objetivo principal era luchar por los derechos de la mujer. Hiratsuka dijo: «La Seitōsha será un instrumento para expresar el pensamiento, la literatura y la perfección moral de la mujer», calificando su posición como de «nueva mujer»: «Soy una Nueva Mujer, cada día anhelo convertirme en una Mujer Nueva, cada día me esfuerzo por ser una Mujer Nueva, el sol es en verdad siempre nuevo. Yo soy el sol». El primer número de la publicación incluía una poesía de Yosano Akiko, autora de las siguientes palabras: «Se acerca el día en que la montaña se moverá… Las montañas han permanecido dormidas sólo temporalmente. En la Antigüedad las montañas, envueltas en llamas, se desplazaban… Todas las mujeres que estaban dormidas se han despertado y empiezan a moverse»[5].

Los artículos de la publicación se fueron volviendo cada vez más radicales. Hiratsuka no era partidaria del extremismo político y social, por lo que en 1915 cedió su cargo de directora a una joven radical, Itō Noe, de apenas veinte años. Itō había empezado escribiendo para la publicación cuando tenía diecisiete años y defendía aquellos derechos feministas contrarios a las fórmulas convencionales sobre propiedad, prudencia, conformismo y modestia. Al hacerse cargo del periódico, dejó claro que su política sería «sin reglas, sin un plan establecido, sin principios, sin defender causa alguna».



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