Biografia de Marie Curie by Bailey Ogilvie Marilyn
autor:Bailey Ogilvie, Marilyn [Bailey Ogilvie, Marilyn]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 0101-01-01T00:00:00+00:00
CapÃtulo 7
"¿Pierre ha muerto? ¿Muerto? ¿Absolutamente muerto?"
En abril de 1906 Marie se unió a Pierre y los niños en unas breves vacaciones en el campo. A pesar de que la primavera en Francia puede ser frÃa y cruda, el tiempo era bueno en esos dÃas. A pesar de la fatiga de Pierre preocupaba a Marie, básicamente, la familia tuvo un momento de relax agradable lejos de las presiones de ParÃs. Pierre volvió a la ciudad el 14 de abril, pero Marie y las chicas se quedaron. Después de que el tiempo se puso frÃo y lluvioso, regresó ese 16 de abril.
Esa misma noche los Curie asistieron a una cena de la sociedad de la fÃsica. Uno de los temas de conversación tuvo que ver con el espiritismo. Durante el siglo XIX, y principios de XX, muchos cientÃficos tuvieron devaneos con el espiritismo. Tanto Pierre y Marie habÃan asistido a sesiones de espiritismo dadas por la médium Eusapia Palladino. Pierre estaba particularmente interesado, y le preocupa de que él no pudiera encontrar la manera obvia de desacreditar a los fantasmas que ella producÃa.
No fue el único cientÃfico que estaba fascinado con el mundo espiritual. Otros cientÃficos del siglo XIX como Sir William Crooks, Alfred Russel Wallace y Charles Robert Richet (1850-1935) que también eran creyentes. El 17 de abril, Pierre asistió a otra reunión de la sociedad de la fÃsica y expuso sus pensamientos sobre otra nueva pasión, la enseñanza de la ciencia. Estaba muy emocionado cuando sus ideas fueron aceptadas y fue elegido vicepresidente de la nueva organización.
Al dÃa siguiente, jueves, 19 de abril, Pierre salió de su laboratorio y caminó bajo la frÃa lluvia a una reunión del nuevo grupo y una vez que hubo terminado, se sintió lleno de júbilo porque sus pensamientos llegaron bien a la gente con que se habÃa reunido y la forma en que habÃan apreciado lo que les tenÃa que ofrecer.
La reunión se disolvió poco después de las 2:00 de la tarde. Debido a la frÃa llovizna, Pierre levantó su paraguas y se dirigió al Instituto de Francia. Mientras se acercaba a su destino, tanto la lluvia como el tráfico se hicieron muy densos; habÃa estado caminando detrás de un taxi, que le proporcionó refugio.
Al llegar a un muy concurrido cruce abandonó el auto y distraÃdo, se atravesó en el camino de un carro tirado por caballos, cuando éstos empezaban a sobrepasar al taxi, dejando muy poco espacio entre ellos.
Pierre, cuya mente estaba en otra cosa y no en su desplazamiento por la calle, fue sorprendido por el estrechamiento del espacio y cuando parecÃa que iba a ser aplastado, abrazó a uno de los caballos por el cuello, en un intento por salir adelante. El caballo se encabritó y Pierre cayó sobre el pavimento mojado; la multitud gritó al conductor que parara.
Aunque el conductor tiró de las riendas, los caballos continuaron. Pierre estaba en el suelo, pero resultó ileso y quedó inmóvil entre las patas traseras de los caballos y las dos ruedas delanteras del carro, sin tocarlo.
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