Antojos de cripta by Ellen Schreiber

autor:Ellen Schreiber
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Fantástico, Novela, Juvenil
publicado: 2011-04-30T22:00:00+00:00

Andar en el Comensal de Hatsy. Vagabundear por los cementerios. ¿No piensas que alguien lo notará?”

“Ellos nos notan bastante,” intervino Sebastian.

¿" y cómo piensas que la ciudad reaccionará a esta nueva población?” Alexander preguntó.

¿" con los brazos abiertos? ¿No ves cómo Raven es tratada en esta ciudad sólo por el modo en como ella se viste? ¿Piensas que ellos recibiran a todos estos vampiros?

¿planeas asistir a tu club subterráneo? Ves lo descuidado que es Sebastian. Esto sólo tomara unos minutos para que todo se estropee. Entonces perderás todo esto.” Sebastian rasguñó sus rastas torpemente.

Jagger parecia severo.

“Pero si es sólo un club de baile seguro,” continuó Alexander, “es algo que esta ciudad desesperadamente necesita.”

El humor de Jagger se aclaró. “Y esto es lo que debo proporcionar aquí.” Cada uno parecia escéptico ante el cambio fácil de Jagger sobre su actitud.

¿" cómo podemos contar con ello?” Alexander preguntó.

“Puedes tener mi juramento. En sangre.” Jagger sonrió.

Alexander hizo una pausa como si él tratara de leer cualquier engaño subyacente de Jagger. Como Jagger no se estremeció,Alexander extendio su mano.

Ambos vampiros temblaron en el trato.

“Ahora alguien tiene que borrar aquel círculo de cosecha,” dijo Alexander.

“Si alguien vuela sobre ello - ellos buscarán tu club,” dije a Jagger.

“Alguien en la ciudad podría haberlo hecho,” dijo Jagger.

“Bien, conocemos a una persona en la ciudad que va a hacerlo,” respondió Alexander enérgicamente.

Jagger se elevó y recogió sus llaves.

Era estimulante por ser una parte del club móvil vampirico. Los motoristas que pasaban nos contemplaron cuando fuimos en coche por los caminos tortuosos que llevaban al rancho de Batemans. Los autos todavía estaban estacionados en el camino estrecho fuera de la casa de Bateman. Aparcamos a una media milla de distancia y esperamos en nuestros autos, pasando el rato hasta que la costa estuviera clara.

¿" realmente confías en Jagger?” Pregunté a Alexander. ¿" piensas ahora que él realmente guardará el club para mortales?”

“No estoy seguro. Él es un tipo disimulado. No hay ninguna narración de lo que él hará.

Incluso con todas las conversaciones que hemos tenido todos con él, él todavía planea hacer esto un club de vampiros.”

¿" qué deberíamos hacer?” Pregunté.

“No pienso que podemos defraudar nuestra guardia,” dijo él. “Pienso que todavía tenemos que mirar cada movimiento. Y si ves u oyes algo, avísame.” Uno tras otro los autos dejaban el rancho y finalmente las luces de la casa de Batemans se pusieron oscuras.

Escarlet y Ónix permanecieron en el Escarabajo de cráneo aparcado en un refugio cubierto de hierba, listo para salir si las luces se encendian atrás.

Seguí a los vampiros hacia la cerca hasta que Alexander me parara.

“Te quedas aquí por si acaso. Puedes ser nuestra vigilancia.” Lamenté no estar en medio de la acción, pero yo sabía que era necesaria aqui. Me subí a la madera de la cerca, y en mi posición ventajosa vi la parte de las cosechas aplastadas.

Esperé como Jagger, Sebastian, y Alexander andaban por el campo. Jagger intentó pasar los tallos con facilidad, pero era una misión inútil.

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