¡No lo mates… enséñale! by Karen Pryor

¡No lo mates… enséñale! by Karen Pryor

autor:Karen Pryor [Pryor, Karen]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Divulgación, Ciencias naturales, Psicología
editor: ePubLibre
publicado: 1985-01-01T00:00:00+00:00


Los estímulos como reforzadores: cadenas de comportamientos

Una vez que el estímulo condicionado se ha establecido, sucede una cosa muy interesante: se vuelve un reforzador. Piensa en el timbre del recreo en el colegio, es una señal que indica «estás libre: sal y juega», pero además es percibido como un reforzador, los niños se ponen muy contentos al oírlo, y si pudiesen hacerlo sonar antes, no lo dudarían. Ahora imagina un timbre de recreo que no sonase a menos que los alumnos estuviesen callados: cuando se aproximase la hora tendrías clases en completo silencio.

Un estímulo discriminativo señala la oportunidad para obtener el reforzamiento y pasa a ser un acontecimiento deseable, y algo deseable es en sí mismo un reforzador. Eso significa que en la práctica puedes reforzar un comportamiento presentando los estímulos para otro comportamiento. Por ejemplo: si premio a mi gata con un trozo de comida exquisita por venir a mi lado cuando digo «ven aquí» y ella lo aprende y lo hace, y si después yo le digo «ven aquí» cada vez que la veo sentada en la repisa de la chimenea y la refuerzo por acercarse, muy pronto sucederá que la gata cada vez que quiera conseguir comida se pondrá en la repisa de la chimenea (recuerda que desde su punto de vista me está entrenando a mí y ha descubierto un modo de hacerme decir «ven aquí»). Ahora supón que le enseño a saltar a la repisa de la chimenea cuando la señalo con el dedo —utilizando comida o la orden «ven aquí» como reforzador— y después le señalo la repisa de la chimenea cuando: (a) sé que tiene hambre y (b) se pone patas arriba… He establecido una cadena de comportamientos.

Las cadenas de comportamientos son muy comunes. A diario hacemos largas series de acciones conectadas que conllevan numerosas etapas conocidas —me vienen ahora a la cabeza los carpinteros y las amas de casa— y nosotros esperamos siempre que nuestros animales de compañía hagan lo mismo: «ven aquí», «sienta», «échate», «junto» y así sucesivamente sin reforzamiento evidente. Estas largas series están encadenadas. A diferencia de los comportamientos simples de larga duración —haz esto durante una hora, haz esto cien veces— las cadenas se pueden mantener con comodidad, sin deterioros o retrasos, porque cada comportamiento se refuerza por la señal u oportunidad de realizar el siguiente, hasta el reforzamiento final al completar el ejercicio.

Hay varios tipos de cadenas. Las cadenas homogéneas son aquellas en las que el mismo comportamiento es repetido una y otra vez, por ejemplo cuando los caballos realizan una serie de saltos muy similares. Las cadenas heterogéneas consisten en distintos comportamientos que se refuerzan sólo cuando se completa el último comportamiento. La mayoría de las competiciones oficiales de ejercicios de obediencia son cadenas heterogéneas. En uno de los ejercicios intermedios, por ejemplo, los perros tienen que: 1) sentarse al lado del amo mientras este lanza un rodillo al otro lado del obstáculo, 2) al oír la señal, el perro tiene que saltar el obstáculo, 3)



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.