Star Wars: El bueno, el wookie y el malo by Francesc Marí

Star Wars: El bueno, el wookie y el malo by Francesc Marí

autor:Francesc Marí
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Ciencia ficción
publicado: 2019-01-01T00:00:00+00:00


VI

En medio de la nada, allí dónde parecía que el Imperio jamás hubiera puesto el pie, una nave de transporte desvencijada surcaba el horizonte dejando una polvorienta estela tras ella. Cualquier hubiera dicho que iba sin rumbo o que su piloto no conocía su destino, sin embargo, desde el templo de los Guardianes de los Whills un solitario monje la observaba, viendo cómo se acercaba a ellos. En mitad de la guerra, aquella orden religiosa había podido mantenerse al margen… hasta entonces.

Con un estrepito, la nave se detuvo frente al templo y, de la cabina del piloto, apareció un enorme wookie con una cartuchera imperial cruzada sobre su pecho y un bláster reglamentario en sus manos. Con un rápido aspaviento gruñó algo hacia el monje, que parecía observarlo sin mirarlo… era ciego.

—Pero si ya no tenemos sitio —dijo sin moverse de su sitio.

Chewbacca se encogió de hombros, sin importarle la respuesta, y se encaminó a la parte de carga de la nave, de la que empezó a descargar a un desfallecido Han Solo, que apenas se sostenía en pie.

Sin detenerse, el wookie volvió a preguntarle algo al monje.

—Ahora no está en el templo, pero tiene que volver un día de estos.

Chewbacca negó con la cabeza, en aquel preciso instante aquello no le preocupaba, en su mente solo estaba salvar la vida de Solo. Con la ayuda del monje, cargaron al corelliano entre los dos y se lo llevaron al interior del templo, lejos de la potente luz del sol. Pero, al cruzar el umbral, Chewbacca se quedó perplejo al ver que el interior estaba lleno de soldados imperiales mutilados y vendados, junto a rebeldes con largas caras de sufrimiento. Él había sido un guerrero toda su vida, un superviviente, por eso siempre le costaba ver el coste real de la guerra… no importaba a que bando pertenecieras, al final todo el mundo sufría por igual.

—Al final —le indicó el monje ciego, haciendo que el wookie saliera de sus ensoñaciones.

Pasando entre las camas, el monje y Chewbacca siguieron avanzando, cargando al casi inconsciente Han Solo.

—Esta es mi cama.

Cerca de ellos, otro monje se acercó a ellos y entró siguiéndoles los pasos.

—¡Eh! ¿Qué usted aquí? —gritó dirigiéndose a Chewie—. ¡Fuera, fuera!

A empujones, el wookie salió de la pequeña habitación mientras no dejaba de gruñir, preocupado por la vida de Han Solo… y el nombre de la tumba que guardaba en su cabeza.

Tras unos segundos durante los cuales se paseó por el pasillo, impaciente, el monje que lo había echado de la habitación salió de ella, y Chewbacca no pudo contener unos interrogativos ladridos.

—No, no, por ahora no habla. Pero no te preocupes, es un muchacho muy robusto, lo demuestra el hecho de que está vivo aún… yo estoy seguro de que en un par de semanas se pondrá bueno…

Chewbacca lo abrazó con sus largos brazos, haciendo que el monje se asustara y quisiera alejarse de aquel monstruo peludo que había entrado en su templo. Pasados unos aterradores segundos, el wookie lo soltó



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.