Enrique Urquijo. Adiós tristeza by Miguel Ángel Bargueño

Enrique Urquijo. Adiós tristeza by Miguel Ángel Bargueño

autor:Miguel Ángel Bargueño [Bargueño, Miguel Ángel]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Memorias
editor: ePubLibre
publicado: 2004-12-31T16:00:00+00:00


Por desgracia, las cosas no iban tan bien dentro del grupo como los padres de Steve Jordan pudieron imaginar.

Con Óscar Ruiz fuera de la banda, Enrique estaba absolutamente descontrolado. Su comportamiento estaba desquiciando a los demás. Para los otros Secretos, coger la furgoneta y afrontar un día de concierto era algo que se les empezaba a poner muy cuesta arriba. Entre bastidores, el tema de conversación recurrente era que esto no podía seguir así.

«Enrique estaba ya en un momento jodido», recuerda el bajista Nacho Lles, «un momento jodido [en] que le costaba acabar las actuaciones, de hecho. Y hubo un par de ellas que las acababa ya muy mal. Las últimas letras ya no se le oía cantar. En fin, era una cosa ya un poco llamativa».

Como explica Jordan, «al final estaba el pobre que lo tenías que coger de la mano porque estaba en unas condiciones para tocar que… Llegaba un momento en que me daba corte salir al escenario con alguien que no estaba en condiciones. Si salgo yo igual, me echan del grupo a la primera, y con razón».

En una ocasión, Steve y Nacho hablaron muy en serio con Enrique.

«Enrique», le expusieron, «como profesionales de esto no podemos seguir así. Estamos dependiendo de una persona como tú pero es una dependencia que tienes que comprender que es muy puta porque no sabemos si cualquier día te va a dar un telele».

Enrique prometía que pronto todo iba a estar bien otra vez. Pero, al día siguiente, volvía a las andadas.

Steve Jordan tenía un hermano con problemas parecidos y a menudo se lo ponía como ejemplo a Álvaro para intentar animarle, pero no siempre lo conseguía. «Era un ambiente muy chungo, muy deprimente», dice el batería.

Para complicar aún más la situación, Los Secretos estaban en mitad del proceso de grabación de un disco.

A finales de abril el grupo tocó en Madrid con Manolo Tena y La Dama Se Esconde y, para su alivio, no salió del todo mal. El 30 de mayo el grupo actuó en Córdoba, y fue uno de esos conciertos para olvidar.

Esa noche, Steve Jordan y Nacho Lles tiraron la toalla.

Nada más bajar del escenario, el batería y el bajista hablaron con los hermanos Urquijo.

«Hasta aquí hemos llegado. Nos vamos», anunciaron.

Según Nacho, la primera reacción de Álvaro, empujado por la rabia, fue reprender a su hermano. «¿Lo ves? ¡Es que te lo había dicho, Enrique!», gritó.

Cuando Nacho y Steve se quedaron a solas con Álvaro, le dieron un consejo.

«Mira, Álvaro, esto es una locura. Tú tienes que dejar a tu hermano y sálvate, porque esto no puede ser».

Álvaro, entonces, enarboló una impetuosa defensa de Enrique y de su grupo.

«¡No, mi hermano es así, esto son Los Secretos! ¿Qué os habéis creído? ¡Sois vosotros los que sobráis! ¡No sabéis nada de mi hermano!».

Pero, cuando su cólera se enfrió, Álvaro se dio cuenta de que les comprendía. «Ver a alguien sufriendo y encima con mal carácter, con bajones y con malos rollos y con enfrentamientos, con alcohol y mezclas, termina siendo un poco sórdido», dice.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.