56 by Jorge Lanata

56 by Jorge Lanata

autor:Jorge Lanata [Lanata, Jorge]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Memorias
editor: ePubLibre
publicado: 2017-05-31T16:00:00+00:00


1. Un sapo contra la mejilla calma el dolor de muelas.

Sí, porque el paciente muere del asco. En verdad sí puede calmarlo un poco, pero es por otra cosa: hay quienes dicen, desde la Edad Media, que colocarse un sapo atado con un pañuelo (el sapo, no uno) y apoyado contra la mejilla (de uno) calma el dolor de muelas. Esto sucede porque la piel del sapo, y en especial la del abdomen, segrega una sustancia muy similar a las aminas simpaticomiméticas (como la adrenalina y la noradrenalina), que son vasoconstrictoras. Por eso al agarrar un sapo parece frío, debido a la vasoconstricción que produce (y al mortal frío de miedo que se produce en quien lo agarra). Colocado el sapo en la mejilla, uno podrá decirle: “La belleza no es todo, cariño”. En ese momento el sapo, agradecido, hace que se absorban las aminas simpaticomiméticas a través de la piel de la cara, lo que produce vasoconstricción, lo que reduce el edema que comprime al nervio, lo que reduce el dolor. Es mucho más civilizado, sin embargo, ir al dentista de su barrio.

2. Otros usos del mejor amigo del hombre.

La historia muestra en estos batracios una confusa situación vocacional: nadie los deja ser sapos. Se los ha utilizado para neutralizar la mordedura de serpientes, para curar la culebrilla, para sanar la renguera en los caballos, para provocar lluvias, etc. En este último caso ahora ya sabemos qué sucede en el Servicio Meteorológico cuando la pifian con el pronóstico: se olvidaron de comprar los sapos suficientes.

Fuente: J. A. Barrio.

♦

MITOS SEXUALES

1. ¿Importa el tamaño del pitilín?

No. Respire tranquilo y olvídese de esa película porno que lo dejó traumado: las paredes de la vagina son lo suficientemente flexibles como para acomodarse. Si se la divide en tres partes, sólo el tercio externo tiene las terminaciones nerviosas suficientes para hacerla una zona sensible: los labios vulvares tienen como promedio unos 3 centímetros (labios mayores y menores conjuntamente), por lo que esa zona se ubica en los primeros dos centímetros. Tome una regla y calcule: un pito de 6 centímetros puede pasar los tres centímetros de los labios y llegar cómodamente a los dos primeros de la vagina. El resto, los dos tercios internos, son prácticamente insensibles, lo que no significa que nos encontremos frente a una chica sin sentimientos, que nos trate cual objeto sexual. Por otro lado, chicos, la parte más excitable de la mujer, el clítoris, se halla en la vulva (órganos genitales externos) y para su estimulación no interviene el tamaño del pito. Por otra parte, los pitos son muy variables en color, tamaño y forma (hay large, medium, corrugado, de teflón, con buena prensa, etc.) mientras —perdón por el término— están en “reposo”, pero cuando salen de su letargo las diferencias se minimizan.

El impacto producido por el mito del tamaño del pito es psicológico, lo que significa que, ahora que se convenció de que no importa nada, tampoco da para andar por ahí gritando: “¡Lo tengo chico pero no me calienta!”.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.