Yo soy el monstruo que os habla by 01

Yo soy el monstruo que os habla by 01

autor:01 [01]
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 2024-09-28T00:00:00+00:00


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En primer lugar, les diré que el régimen de la diferencia sexual que ustedes consideran universal y constituyente, sobre el que reposa y se articula toda la teoría psicoanalítica, no es una realidad empírica, ni un orden simbólico que subyace a la estructura del inconsciente; es solo una epistemología del ser vivo, una cartografía anatómica, una economía política del cuerpo y una gestión colectiva de las energías deseantes y reproductivas, una epistemología históricamente situada que se forja junto con la taxonomía racial en el momento de expansión mercantil y colonial de Europa y que cristaliza durante la segunda mitad del siglo XIX. Esa epistemología, lejos de ser la representación de una realidad, es una máquina performativa que produce y legitima un orden político y económico específico: el patriarcado heterocolonial. Cuando hablo del régimen de la diferencia sexual como de una epistemología me refiero a un sistema histórico de representación, a un conjunto de discursos, de instituciones, de convenciones y de acuerdos culturales (ya sean simbólicos, religiosos, científicos, técnicos o comerciales) que permiten decidir a una sociedad determinada aquello que es verdadero y distinguirlo de lo falso. Una epistemología determina un orden de lo visible y lo invisible, por tanto una ontología y un orden de lo político; es decir, determina la diferencia entre lo que existe y lo que no existe, y establece una jerarquía entre seres diversos, determina un modo específico de experimentar la realidad a través del lenguaje, un conjunto de instituciones que regulan los rituales de la producción y de la reproducción social. Tomaré aquí el ejemplo de los desplazamientos de paradigmas científicos estudiados por el historiador de la ciencia Thomas Kuhn, cuyas investigaciones han prolongado después Ian Hacking, Donna Haraway y Bruno Latour. Bruno Latour nos recuerda que un paradigma, a pesar de los ejemplos tomados de la psicología de la forma, no es una metáfora óptica. Un paradigma no es una simple visión relativista del mundo. No es una interpretación, y menos aún una simple representación subjetiva. «ES», explica Latour, «la práctica, el modus operandi que permite que surjan nuevos hechos. Es más como un camino que conduce a un sitio experimental que un filtro que colorea los datos para siempre. Un paradigma actúa más bien como la pista de un aeropuerto. Hace posible, por así decirlo, que ciertos hechos "aterricen". De este modo, se comprende mejor la importancia para Kuhn de todos los aspectos sociales, colectivos e institucionales de estos paradigmas. Nada de eso iba a debilitar, a sus ojos, la verdad de la ciencia, su conmensurabilidad, su acceso a la realidad. Por el contrario, insistiendo en los aspectos materiales de lo que permite que los hechos "aterricen", entenderíamos también, según él, por qué la ciencia avanza de manera tan conservadora, lenta y viscosa. Así como un hidroavión no puede aterrizar en Orly, un quantum 2 no puede "aterrizar" en casa de Newton.» 3

Los paradigmas científicos son compromisos compartidos por una comunidad social que, sin tener el carácter de axiomas infalibles o totalmente demostrados,



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