Vamos a morir todos by Emily Austin

Vamos a morir todos by Emily Austin

autor:Emily Austin [Austin, Emily]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2021-01-01T00:00:00+00:00


Tercera parte

Tiempo ordinario

—Me he peleado con mis padres —admito a través de la celosía que nos separa en el confesionario.

Jeff me ha pedido que me confiese. Consiste en sentarse en un armario con un sacerdote y reconocer todo lo que has hecho mal. He tenido que meterme detrás de una cortina roja. La cabina está llena de adornos. El exterior está cubierto de estrellitas y cruces talladas. Está tan oscuro que no veo si dentro también hay. Paso la mano por la madera para comprobarlo.

No me he sentido especialmente obligada a compartir mis depravaciones con mi jefe; pero me he dado cuenta de que Jeff quería que lo hiciera, y rechazarlo habría sido una grosería. Además, me siento muy culpable por haber discutido con mis padres por Eli, así que he pensado que podría probar el confesionario como un alivio a mi culpa.

De momento no ayuda.

Evidentemente, he decidido omitir muchos pecados. Para poder mantener mi estatus de católica y de empleada de esta iglesia, no he confesado, por ejemplo, que soy lesbiana, atea, vaga, mentirosa y tragaldabas.

—También me he peleado con mi hermano.

Estamos sentados en silencio mientras intento pensar en algún otro pecado que se pueda confesar.

—He comido cerdo. ¿Eso es pecado?

—No —aclara Jeff—. Para nosotros, no.

Jeff me ha dicho que mi penitencia es rezar cinco avemarías, tres padrenuestros y llamar a mis padres. No me sé ninguna de esas oraciones, y no he llamado a mis padres. Normalmente, cuando nos peleamos en mi familia, nos distanciamos hasta que el conflicto se disuelve en un recuerdo que podemos fingir que no existe. Pero aún es demasiado pronto. Quiero llamar para saber si Eli está bien, pero me da miedo. No paro de sacar el teléfono para llamarlos, pero lo guardo enseguida.

Yo tenía cuatro años cuando nació Eli. No sabíamos si sería niño o niña. Yo quería que fuera una niña. Me parecía que los niños y las niñas estaban en bandos opuestos, y si era niño significaría que tendría que poner series de niños en la tele. Me daban escalofríos de solo pensarlo cada vez que ponían Las Tortugas Ninja o Dragon Ball.

Recuerdo cuando mi padre fue a recogerme al colegio y me llevó al hospital el día que nació Eli. Me acuerdo de su carita arrugada aplastada junto a la axila de mi madre, y recuerdo preguntar:

—¿Es niño o niña?

Y mi madre contestó:

—Es un niño y se llama Elijah.

Eli nunca quiso ver series de niños. Le gustaban los mismos dibujos que a mí.

Eli lleva desde Navidad sin responderme a los mensajes.

Por favor, dime algo, vuelvo a escribirle.

Por favor, dime algo.

Por favor, dime algo.

Por favor, dime algo.

—¿Te llevas bien con tu hermano?, —le pregunto a Eleanor.

Estamos tumbadas en su cama.

Eleanor también tiene un hermano. Es mayor que ella. Me contó que vive a dos horas y que es bibliotecario.

—Sí. Nos llevamos guay —responde—. ¿Y tú con Eli?

—Más o menos —digo—. Aunque tiene problemas.

—Bueno, eso viene de familia, ¿no? —Está de broma, aunque percibo algo de verdad.

—¿Cómo te atreves?, —contesto en el mismo tono.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.