Una pasión imprudente by Amber Lake

Una pasión imprudente by Amber Lake

autor:Amber Lake [Lake, Amber]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico, Histórico
editor: ePubLibre
publicado: 2023-12-07T00:00:00+00:00


Capítulo 24

Elinor regresó a su casa con la esperanza de que su madre se hubiese marchado a alguno de los muchos compromisos sociales a los que estaba invitada. No había llegado a tiempo para el almuerzo, como le prometió antes de marcharse por la mañana, y se temía un nuevo y exhaustivo interrogatorio.

No tuvo suerte. Elizabeth no había salido esa tarde, según le comunicó Harris. Estaba en su saloncito privado atendiendo a lady Clairmont, que había venido a visitarla. Elinor hizo un gesto de fastidio al enterarse de la noticia y pidió al mayordomo que ocultara su presencia hasta que se marchase la dama o su madre insistiría en que fuese a saludarla. Lady Clairmont, que residía en esa misma calle, era una persona que no le agradaba porque tenía fama de chismosa y entrometida. Sospechaba que a su madre tampoco y que solo la correcta educación y el decoro le impedían negarse a recibirla.

Decidió refugiarse en la biblioteca, donde podría repasar las notas que había tomado y transcribir lo ocurrido esa mañana antes de que algún detalle importante se le olvidara. También quería ordenar sus ideas en cuanto a los sentimientos que Phineas le originaba y que crecían por momentos. Se daba cuenta de que estaba corriendo el riesgo de enamorarse de él y, como persona sensata y realista que era, debía tomar una decisión antes de que ocurriera y le hiciera sufrir.

Después de meditarlo durante largos minutos decidió que, una vez resuelto el problema de lady Naumburg y cuando estuviese a salvo de las garras del desaprensivo Charles Lowden, rompería la relación que le unía a Phineas. Ya había aprendido mucho de los métodos detectivescos y se sentía capacitada para emprender la redacción de la novela que el señor Broughton le había pedido para el periódico. Incluso tenía la trama casi trazada, que se basaría en el mismo caso que estaban investigando cambiando nombres y situaciones para no delatar a los verdaderos protagonistas.

Cuando habían transcurrido casi dos horas y calculó que lady Clairmont se había marchado, salió del despacho y se dirigió a su cuarto. Su padre no tardaría en llegar y quería vestirse para la cena.

Había subido varios peldaños de la escalera cuando la puerta de la salita privada de su madre se abrió y Elizabeth asomó la cabeza por ella.

—Qué bien que hayas llegado, Elinor. Pasa, por favor, quiero hablar contigo —requirió con gesto serio.

—Iba a cambiarme para la cena, madre. ¿Puedes esperar hasta que termine o es urgente?

—Ahora, Elinor. No admito demoras —insistió con tono más enérgico, el que solía emplear cuando estaba enojada.

Elinor sintió un resquemor interno. Temía que su madre hubiese descubierto, por boca de lady Clairmont, que sus ocupaciones mañaneras no eran las que les decía y comenzó a preparar una excusa creíble.

Entró en el saloncito y cerró la puerta. La soleada estancia era el territorio exclusivo de su madre, donde solía pasar las mañanas entretenida con sus labores de punto, una de sus grandes aficiones. Estaba amueblada con cómodos y mullidos sillones y decorada con tonos lavanda, los favoritos de Elizabeth.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.