Una mujer sin importancia by Sonia Purnell

Una mujer sin importancia by Sonia Purnell

autor:Sonia Purnell [Purnell, Sonia]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Crónica, Historia, Biografía, Política
editor: ePubLibre
publicado: 2019-01-01T00:00:00+00:00


CAPÍTULO 8

LA AGENTE MÁS BUSCADA

Antes del amanecer del viernes, 13 de noviembre, el doctor Rousset se despertó al oír unos violentos golpes en el portón de su clínica en la place Poncet-Antonin. Mientras Virginia escalaba el trecho final de la montaña para llegar a España, los oficiales de la Gestapo y de las SS irrumpieron en su patio y lo arrestaron en pijama con cargos de espionaje y terrorismo. Gracias a las intercepciones de las transmisiones de Virginia y a sus brutales interrogatorios, la Gestapo había penetrado en el corazón de las operaciones secretas de los aliados apenas cuarenta y ocho horas después de tomar el control total de la que había sido la zona libre. Conocían el nombre en clave de Virginia y la ubicación de su cuartel, así como las identidades y direcciones de muchos integrantes de sus redes. Sin embargo, ignoraban dónde se encontraba ella.

Se llevaron a Pépin esposado y los guardias de la Gestapo se sentaron encima de él en la parte de atrás del Citroën negro de siempre; así no podría escapar y tendría dificultades para respirar. Durante los siguientes días y semanas, lo sometieron a una tortura inhumana; dejaron su cuerpo destrozado, pero su espíritu seguía desafiante. ¿Dónde está la Dama Coja? ¿Dónde está Marie Monin?, le gritaban. Días y noches transcurrían en una confusión de agonía y agotamiento, pero se negó a delatarla. Si bien admitió que la conocía, insistió en que tan solo era su médico y que no tenía ni idea de quién era en realidad ni a dónde se había ido. Fue una amarga ironía que el mismo día de este arresto, mientras los aliados construían una base estratégica en el norte de África, Londres diera nuevas órdenes a sus agentes. Los años de planificación por fin habían terminado, y la preparación para un futuro desembarco en Europa podía comenzar. La nueva orden era causar la «máxima disrupción» y «¡atacar todos los blancos planeados!» con «cualquier medio disponible».[1] Era el día que ambos habían esperado durante mucho tiempo, pero ni Virginia ni el doctor Rousset estaban ahí para verlo.

A Pépin lo llevaron a la famosa prisión-fortaleza de Fresnes, a las afueras de París, donde lo sometieron a más «tratamientos» y lo dejaron en aislamiento, en la celda secreta 282, durante doce meses. Durante el año de 1943, esperó en soledad para averiguar si lo deportarían a un campo de concentración nazi o si lo ejecutarían en territorio francés. Tal vez se aferró a la esperanza cada vez más vana de que Virginia de alguna manera salvara a su lugarteniente más leal. Pero nadie sabía adónde lo habían llevado, y ella se había ido y seguramente no podría regresar. Y no había nadie más con su audacia ni pericia para llevar a cabo tal hazaña.

De regreso a Lyon, Alesch redobló sus esfuerzos para encontrar a Marie, y con ella, las recompensas aún más grandes que la Abwehr le otorgaría por su captura. Fue a la oficina de Rousset el día después de su arresto, donde el ama de llaves del doctor, Eugénie, abrió la puerta.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.