Una última vez by Beth Reekles

autor:Beth Reekles [Reekles, Beth]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Juvenil, Romántico
editor: ePubLibre
publicado: 2021-09-01T00:00:00+00:00

20

Con el trofeo en la mano, Levi nos miró con una gran sonrisa, contemplando a sus oponentes. Se quitó el casco y se lo colocó bajo el brazo; tenía el pelo pegado y encrespado. Después avanzó hacia Noah.

La inquietud se apoderó de mí y apreté los dientes.

Noah seguía con el ceño arrugado y los puños apretados a los costados. El pelo, húmedo, se le pegaba a la frente. Tenía baba por la mejilla y la camisa.

Yo también me quité el casco y lo dejé en el asiento de mi kart. Ashton había hecho lo mismo, y se acercó a mí con las cejas en alto.

—Joder, Lee nos advirtió de que tenía carácter, pero vaya mal perder que tiene tu novio, ¿no?

Levi se detuvo frente a Noah.

Le tendió la mano.

—Buena carrera.

«Vamos, Noah.»

No sabía exactamente qué estaba pasando, pero no me gustaba ni un pelo. La inquietud seguía reconcomiéndome, y quise que Noah le estrechara la maldita mano a Levi y se largara. Tampoco era tan difícil.

Pero supongo que sí lo era, porque Noah se lo quedó mirando con cara de pocos amigos antes de marcharse con brusquedad.

Levi parpadeó, confuso, y bajó la mano. Rachel y Jon corrieron hacia él para felicitarlo, y Ashton se les unió.

Estuve tentada de ir con ellos. De verdad deseaba darle la enhorabuena a Levi. Quería cogerle el brazo y levantárselo en el aire, y aplaudirle por su victoria y despegarle alguna de las serpentinas de goma. Quería que Noah se tragara su enfado, darlo de lado y hacer que volviera arrastrándose para pedirle perdón a mi amigo.

Pero al ver a Noah marcharse, simplemente me mosqueé.

Mis pies ya me estaban llevando tras él.

—¿A qué ha venido eso? —preguntó Lee cuando llegué cerca de él.

Amanda también estaba por ahí, con los labios apretados mientras miraba a Noah alejarse.

—¿Quieres que hable con él? —se ofreció.

Negué con la cabeza, apretando los dientes.

—Vuelvo en un segundo.

Noah estaba metiéndose bajo las gradas cuando lo llamé gritando. Se detuvo un momento, pero enseguida continuó andando. Corrí tras él y lo agarré por la camisa.

—¿Qué demonios ha sido eso? —le pregunté.

Noah miró furioso más allá de mí antes de tragar aire con fuerza y aflojar la mandíbula.

—Me ha llenado de baba cuando estaba a punto de pillarlo.

Yo sabía que ese no era el problema, pero, por un segundo, le seguí la corriente.

—Venga ya. —Traté de sonar un poco más animada y menos enfadada con él—. No te cabrees porque has perdido.

Noah sonrió de medio lado, un instante, sin ninguna alegría, mientras arrastraba su mirada de nuevo hasta mis ojos.

—Creía que el disfraz de Wario iba a ser el mío. Eso fue lo que me dijo Lee.

—Y lo era —le contesté lentamente, no muy segura de lo que eso tenía que ver con nada—. Pero luego no querías participar, así que se lo pasamos a Levi. Y entonces… ¿qué, le robaste el traje de Toad a Warren porque decidiste que no te lo querías perder? No entiendo por qué la tomas con Levi. Es…

—Solo me gustaría saber si siempre vas a ir corriendo a él —soltó Noah, respirando con fuerza.

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