Tuyo durante noventa días by Barbara McMahon

autor:Barbara McMahon
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Romántico
publicado: 1998-12-31T23:00:00+00:00

Capítulo 8

A LA MAÑANA siguiente, Ellie hizo lo posible para actuar con normalidad a pesar de que el beso de Nick seguía grabado en su mente. Lo saludó con la serenidad y amabilidad acostumbradas, recurriendo a la fortaleza que había desarrollado tratando a un viejo excéntrico que veía faltas en todo. Aunque no pudo mirarlo directamente a los ojos, al menos nadie hizo ningún comentario fuera de lo normal.

Dando gracias por la presencia de los demás en la mesa durante el desayuno, rápidamente preguntó qué planes tenían para el día, ignorando a Nick lo más posible.

Jed y Brad se ofrecieron para turnarse en el estanque. Kat miró a Nick.

—Podría ayudar esta noche, después de la cena, si me dices qué hay que hacer, Nick.

Nick la miró y asintió, pero no dijo nada. Como no era hablador, nadie hizo ningún comentario sobre su silencio. Kat sonrió y pareció alegrarse.

Terminado el desayuno, Ellie sintió que podía seguir adelante con su vida. Nada había cambiado en realidad. Solo había sido un beso. Los hombres y las mujeres se besaban muchas veces sin trascendencia alguna. Terminado el programa, Nick se marcharía y no volvería a verlo nunca más.

Y Ellie seguiría acogiendo a otros huéspedes para intentar influir positivamente en sus vidas. Tomó su taza de café y salió a sentarse al porche. Por un largo momento pensó en Bobby. Lo había querido con fervor. Al aparecer en casa de su padre como una niña tímida y asustada que acababa de dejar atrás todo lo que había conocido, él había sido la luz de su vida, dándole la bienvenida a su nuevo hogar y tratando de suavizar su añoranza.

A menudo le decía que la comprendía. Su madre había sido la primera esposa de su padre, de la que él se divorció cuando Bobby era un bebé para casarse con la madre de Ellie. Bobby no había conocido a su padrehasta que su madre lo había abandonado un día bruscamente. Sin otro sitio a donde ir, lo habían enviado a casa de su padre.

Tenían eso en común.

Pero Bobby tenía cinco años más y ya se estaba rebelando contra el destino uniéndose a una pandilla, buscando una sensación de pertenencia y logro con jóvenes gamberros en lugar de en entornos más aceptables. Por desgracia, en su intento por demostrar su valía en la pandilla, lo habían detenido intentando robar una tienda y había pasado dos años en la cárcel.

Lo había amado a pesar de sus defectos, y todavía sentía la angustia de su muerte. De haber tenido un lugar a donde ir al salude la cárcel, de haber podido vivir en el rancho en lugar de unirse de nuevo a la misma pandilla que le había causado problemas la primera vez, tal vez siguiera vivo todavía. En cambio, un tiroteo entre coches de dos bandas rivales había puesto fin a su vida a los diecinueve años.

Ayudar a Brad y a Jed también la ayudaba a aliviar su culpa por no haber podido hacer nada por salvar a su propio hermano después de todo lo que él había hecho por ella.

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