Ronin 2--El arco by Jesper Nicolaj Christiansen

autor:Jesper Nicolaj Christiansen [Jesper Nicolaj Christiansen]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: F
editor: SAGA Egmont
publicado: 2019-10-28T00:00:00+00:00

Sensei

Azami y Ronin llegaron a la aldea junto al río un poco antes del atardecer. Un pescador miró embobado a los dos chicos, una con un arco, el otro con una espada, montados sobre un inmenso caballo.

Frente a la posada, dos yakuza holgazaneaban y, cuando los chicos pasaron, uno de los yakuza le hizo un gesto a su compinche. Observaron cómo los niños desaparecían en una destartalada choza a las afueras de la aldea.

La choza era oscura y húmeda. En el rincón más alejado y oscuro, dormía un viejo recostado contra la pared. Estaba sucio y oloroso, pero lo más asombroso de él era que no tenía brazos. El viejo roncó y un poco de baba resbaló por el costado de su boca.

Azami recostó el arco contra la pared y comenzó a encender el fuego que estaba en el centro de la tienda.

—¿Él es Akama? —preguntó Ronin. Azami asintió—. ¿Pero cómo puede enseñarte a disparar el arco si no tiene brazos?

—Buena pregunta —gruñó el viejo—. ¿El sake ya está caliente?

—Sensei, este ronin nos va a ayudar a luchar contra el yakuza esta noche.

—¿El yakuza? —El viejo miró a Ronin y luego su espada. El atisbo de una sonrisa recorrió sus labios agrietados. —Gôsuto Mêkâ. Sólo he escuchado rumores. ¿Puedo sostenerla?

Ronin soltó su espada del cinturón, se inclinó y se la entregó al viejo con ambas manos. Como un mono, Akama la tomó con sus pies y la estudió.

—Magnífica. Debes ser un gran guerrero.

Se la devolvió a Ronin quien se encogió de hombros y miró a Azami.

—Hay muchos mejores que yo.

Akama dio un empujoncito con su pie a Ronin en el brazo.

—La verdadera fuerza no está aquí, sino aquí. —Colocó un pie sobre el corazón de Ronin.

Azami le entregó a Akama una taza de sake caliente, que tomó con el pie y sostuvo contra sus labios para beberlo.

Azami llevó a Ronin aparte.

—Quizá podrías hablar con el líder yakuza, Toyama, y pedirle que cancele la deuda.

Ronin asintió.

Akama eructó fuerte.

—Demasiado tarde, los yakuza ya están aquí.

Se oían ruidos fuera de la choza. Ronin miró a Azami, tomó su espada y salió.

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