Rabell Falls by Clara Ann Simons

autor:Clara Ann Simons [Simons, Clara Ann]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Erótico, romance, romántico, romance lésbico, lesbic, lésbico, novela erótica, LGTBIQA+
editor: Amazon Digital Services LLC - KDP Print US
publicado: 2022-08-24T22:00:00+00:00

Quizá sea el destino

A l entrar en la cabaña número siete, el sonido de la puerta rompió el silencio de la noche mientras Kate acariciaba con su pulgar la mano de Julia con la mirada perdida en sus ojos.

—¿Empiezas ya a sentir la magia de este lugar? —preguntó apretando su mano.

—Creo que sí, ha sido una noche mágica, maravillosa—reconoció Julia con una sonrisa.

—Quizá ha sido el destino el que te ha hecho venir unos días a Rabel Falls para conocer su magia y olvidarte del ajetreo de la ciudad.

—O quizá el destino ha querido que viniese para conocerte a ti—replicó Julia acercándose peligrosamente a su cuerpo hasta que sus pechos se tocaron—puede que el universo esté moviendo algún hilo invisible para que encuentre a una mujer que sea capaz de cambiar mi vida.

Al escuchar esas palabras, Kate experimentó un hormigueo en el vientre junto con un repentino calor que se extendió por todo su cuerpo y tuvo que aclarar la garganta antes de intentar hablar.

—¿Te encuentras bien? —preguntó Julia antes de que fuese capaz de emitir la primera palabra colocando su cálida mano en la cintura de Kate.

—Sí, perfecto.

—Te traeré un vaso de agua—añadió encaminándose a la pequeña cocina de la cabaña.

Lo cierto es que Kate se encontraba mucho mejor de lo que había estado en cualquiera de los últimos días, seguramente por el sentimiento de excitación que le había producido el comentario de Julia.

Kate la siguió hasta la cocina, observando el movimiento de sus caderas al caminar mientras un fuego en su interior la iba consumiendo y cuando Julia sonrió al entregarle el vaso de agua, sintió un deseo irrefrenable de volver a besar sus labios.

Ni siquiera se molestó en beber del vaso de agua que Julia le ofrecía, dejándolo sobre la mesa, caminó hacia ella borrando de un plumazo la distancia que las separaba hasta que sus cuerpos estuvieron pegados y sintió el calor de los pechos de Julia sobre los suyos.

Esta dio un pequeño paso hacia atrás, pero pronto se encontró con la espalda pegada a la encimera de la cocina. Kate colocó las palmas de sus manos sobre los hombros de Julia y dejó reposar su frente en la de ella, la respiración de ambas haciéndose cada vez más intensa a medida que su boca se encontraba a milímetros de distancia.

Al sentir el roce de sus labios, un escalofrío recorrió todo su cuerpo y los acarició con los suyos muy despacio, casi como si se besasen a cámara lenta, antes de recorrerlos con la punta de su lengua. Los suaves gemidos de Julia apagados sobre su boca le confirmaron que estaba tan excitada como ella.

Con las manos ahora a ambos lados de su cara, el beso se fue haciendo más pasional. Llevaba toda la cena fantaseando con un buen beso en la cabaña de Julia sin saber si llegaría a ocurrir o no, pero estaba sobrepasando con creces su imaginación, era como si sus labios hubiesen sido creados para encontrarse.

Kate agarró con fuerza la cola de

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