Punki by Juarma

autor:Juarma [Juarma]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2023-03-08T00:00:00+00:00

Trankimazín

Si Lolo metió la pata fue porque le sentaban fatal los éxtasis. Jony, el Liendres, Dani y él comenzaron a trapichear con pastillas. Una tarde Lolo estaba con el Liendres, Lupe y Polly en el bar de la Chari, dando la nota, de subidón de pastillas. Entraron Pili y su novio el Sofisticao, que no podía ver a Lolo porque sospechaba que follaba con su novia. Tuvieron un encontronazo y los separaron. Polly sacó a Lolo a la terraza y se tomaron un cubata juntos para que se apaciguara. Lolo empastillao hablaba como una cotorra. Polly le preguntó si era verdad que se liaba con Pili.

—Qué va. Bueno, nos enrollábamos antes. La última vez fue en la noche de San Isidro, cuando la palmó el Esmayao. La Pili me coló en su propia casa con sus padres durmiendo en la habitación de al lado.

—Lolo, ¿ese San Isidro? Álex me dijo que estuvo contigo toda la noche en tu casa.

—Ah bueno, es verdad, Polly. Sería en Las Cruces la última vez que follamos. O en Las Quintas. Yo qué sé. No me acuerdo.

Polly siguió interrogándole y Lolo contradiciéndose lo que le duró el efecto de las pastillas.

Al día siguiente Polly se pasó por casa. Cogí un taleguillo de chocolate y saltamos la valla del patio de las escuelas. Pensé que tal vez todo volvería a ser como antes y que Polly me echaba de menos. Me hice un porro, presumiendo porque ya no me daba vergüenza liarlos delante de nadie, mientras observaba a Polly, iluminada por la farola de la esquina de la calle, sentada en la grada de la pista de futbito, con una chaqueta de chándal, vaqueros y el pelo recogido en una coleta. No tardé en intuir que vino a buscarme para sonsacarme detalles que no le cuadraban. Ya sabía la versión que murmuraba el Entretenío y me contó las paridas que Lolo le dijo en el bar de la Chari. Me pidió explicaciones.

—Estuve con Lolo esa noche de San Isidro, Polly. Se habrá confundido.

Me miró igual que lo hizo mamá cuando salimos de la Casa Cuartel, con la certeza de que mentía. Seguía sin encajar la misteriosa amistad que había surgido entre Lolo y yo. Escuchar a Lolo empastillao la terminó de convencer de que yo ocultaba algo turbio. Mientras le daba una calada a un porro insistió:

—¿Qué pasó con tu padre, Álex? ¿Lo tiraste por las escaleras tú solo o te ayudó Lolo? Lolo está zumbado, Álex, tú no eres como él, aunque ahora vayas de chulito.

Me enfadé.

—¡Deja de comerme la cabeza con eso! ¿Por qué pollas te importa tanto lo que pasó? ¡Estuve con Lolo, joder!

Polly me gritó:

—¡Porque nunca me dices la verdad, Álex! ¡Te lo callas todo! ¡Eres un embustero, pensaba que eras diferente!

Le respondí de mala manera:

—Solo quiero ser como los demás, ¿te enteras o no? Te lo he repetido mil veces.

Entonces Polly me rompió el corazón:

—A ti lo que te pasa es que estás enamorado de Lolo.

Me dolió lo que me dijo,

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