Primer amor by Alejandro Gándara

Primer amor by Alejandro Gándara

autor:Alejandro Gándara [Gándara, Alejandro]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Realista, Otros
editor: ePubLibre
publicado: 2023-02-16T00:00:00+00:00


5

Así no vas a calzarte unos guantes, fue lo que contesté. Necesitas semanas de ring y eso solo para ver qué pasa, contando con que andes bien de forma. Y tampoco es cuestión de pelear con esa cara. Te veo mal, Andresillo. Si quieres me dices la noticia y así me entero de lo que quieres y por lo que lo quieres. Si te pido un combate tú me lo das, si voy con esta cara o con otra, eso no te incumbe, me suelta. No me hables así que yo a ti te estoy hablando bien. ¿Tienes o no tienes combate? Para ti no. Necesito esas pesetas. Tú no necesitas esas miles de pesetas. Sí las necesito y luego, otras miles y otras y otras. ¿Para qué quieres juntar tanto capital? Para irme a un viaje. Para eso más que nada hace falta dirección y carretera, pues ¿adónde quieres ir? Tú estuviste en Suiza con mi padre, ¿no? Dos años estuvimos y vivir de barraca era duro, no te lo aconsejo. Dame ese combate, no seas ruin. No te lo voy a dar, aparte que esta temporada ya está apalabrada.

Yo andaba liado con los sifones, y con el ruido sufría para hablar y para oír. Si no estábamos a gritos, poco faltaba. Lo miraba apenas de reojo, antes que meter la pata con la máquina y fabricarme un muñón. Se fue a la otra cadena y no lo vi un rato. Para mí ese chaval se había ido desbaratando, no de ahora, de tiempo atrás. Lo que ocurría en su casa lo supe por su madre después; si no, otro gallo habría cantado. Una mujer tan guapa, y este que le ha sacado los mismos ojos. El chaval traía de la vida un recado triste. Yo creo que de nacimiento, los ojos eran azules, pero la mirada era fosca. Una malenconía, como la llaman los hurdanos. Y le toca un cabrón, a los dos les toca. Álvaro era un simpatías. Habría que no fiarse de los simpáticos. Siempre escamotean algo. Si no, para qué tanta avenencia. Como los taxistas de Salamanca que no paran de hablar y de sonreír hasta que ya no hay regreso del camino más largo.

Pobre gente esta. Y pobres de verdad. A ver cómo escapan.

Me salió Andresillo por la ribera contraria, de lado y de táctica. Gelote, te lo pido por favor, por la amistad con mi padre. A tu padre no le conocí bien, muchacho, es mejor que no pidas por sus instancias. Pues entonces te lo pido por mi madre. Aquí tu madre tiene poco que hacer. ¿No tienes amistad con ella? La tengo, pero cuidado con el retintín. Dame ese combate. Antes dime una cosa: ¿tú vas buscando que te truenen? Si quieres castigo, vente a embotellar a las cuatro de la mañana y te daré látigo hasta que me digas que pare.

A lo que va y me dice: pero, Gelote, yo ya tengo castigo, lo que quiero ahora es dolor. ¿Es que tienes poco? El dolor que yo quiero, dice, es el que quita el dolor.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.