Presente profundo by Elena Quiroga

autor:Elena Quiroga [Quiroga, Elena]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Drama
editor: ePubLibre
publicado: 1973-03-03T00:00:00+00:00

* * *

Melancolía de la vejez. Pero en el caso de Daría, una soledad aterida que pudo ser prevista y arropada. Deduzco por las conversaciones que fueron marginándola. Eugenio cuando trajo el pan a los cuatro días tomó un vaso en la barra, venía con cazadora negra, agradeció mi presencia a su manera. «Le invito yo», decía. No se habló de Daría sino indirectamente a través de los que quedaban. «Hubo que servir el pan, no se puede dejar a los clientes, fíjese con qué alma… Pero hasta la semana no empezamos las roscas». Dijo que Amelia podía con aquello: «Pasa el día en la cocina trajinando, se parece a la madre». Hasta Luisa lo había notado, le había dicho: «¿Sabes que la Amelia se está pareciendo a nuestra madre? Vaya susto que me pegó esta mañana, estaba de espaldas al horno, más o menos de una altura, de negro, a medias luces, no le vi las carnes y me dio un frío verla, a medias vuelta para mí, tan quieta. Y como le ha dado por peinarse lo mismo que la finada de nuestra madre, con los pelos tirantes —⁠dice que lo hace por la cocina, para más limpieza⁠— a poco más me caigo. Les digo —⁠se volvía a Rogelio y a Narcisa⁠— que si fuera hija suya no iba a parecérsele más». Luisa iba a traer a los hijos, todavía pequeños, y quedaría una temporada con el padre y con ellos. «A por los cuartos», apostillaría Narcisa cuando marchó. «Es mucha Luisa». ¿Y el padre? «Hace la vida de siempre». Apuró el vaso, repitió: «la vida de siempre». Narcisa dijo: «Ya», con intención. Y Eugenio insistía: «Muy entero». Y después sacó una libretilla y dijo: «Venga, que voy a anotar el pedido. A escape». Y volvió a la rutina.

Narcisa comentó cuando Eugenio se hubo ido: «Ya ve, menuda tonta. Los que quedan se apañan». Y se volvió al marido: «Han visto al Serafín con la Celia, volvió junto a ella justo el día del entierro. —⁠Tú que sabes. —⁠Lo ha dicho Soledad. El día mismo… El que vive, sale adelante».

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