Pitt 18 - El misterio de Brunswick Gardens by Anne Perry

autor:Anne Perry
La lengua: spa
Format: epub
publicado: 1997-12-31T16:00:00+00:00

Capítulo 7

Pitt iba sentado en el cabriolé, que se abría paso ruidosamente entre el tránsito de primera hora de la mañana. Eran poco más de las ocho, y la noche anterior se había quedado en vela hasta muy tarde escuchando las noticias de Charlotte sobre los acontecimientos del día. Apenas había mencionado a la abuela y había hablado muy por encima del almuerzo con la tía Vespasia, pero sí había dicho que, en opinión de ésta, los hombres no asesinaban por ideas sino por pasiones.

Los adelantó un carromato cargado de barriles de cerveza, los caballos magníficos con sus crines emplumadas y sus resplandecientes medallones de latón. El chacoloteo de los cascos y los alaridos de los vendedores callejeros inundaban el aire. Un perro ladró y alguien llamó a un cochero. El cabriolé paró en seco. Se oyó el chasquido de un látigo, y reanudaron la marcha a paso más vivo.

Pitt imaginaba a Vespasia diciendo eso. Veía con claridad en su mente el rostro aún hermoso de la anciana. Probablemente vestía de color marfil, gris plateado o lila, y durante el día acostumbraba lucir un collar de perlas.

Vespasia tenía razón. La gente mataba porque deseaba algo con tal vehemencia que perdía todo sentido de la razón y la proporción. Por un tiempo su propia necesidad eclipsaba la de todos los demás, e incluso anulaba su propio instinto de conservación. A veces era una codicia minuciosamente meditada. A veces era un temor momentáneo, incluso un miedo físico. Rara vez se mataba por venganza. Para vengarse existían otros muchos métodos. En raras ocasiones se había encontrado con crímenes resultantes de una ira ciega e insensata.

Pero como Vespasia decía, siempre intervenía una pasión de un tipo u otro, aunque fuera sólo la más fría codicia.

Razón por la cual, pese a las pruebas, le costaba creer que Ramsay Parmenter hubiera matado intencionadamente a Unity Bellwood. Pitt tenía que descubrir quién era el padre de la criatura. El miedo sería un motivo muy comprensible. ¿Era Unity una mujer que hubiera podido chantajearlo, o incluso delatarlo y arruinar su carrera?

¿Por qué no? La suya estaba ya arruinada. No tenía mucho que ganar, pero habría en ello cierta justicia.

Charlotte lo había informado del emotivo y un tanto inconexo relato de Tryphena sobre el pasado de Unity, que incluía el dolor por una tragedia, un amor que había sido mucho más que una simple aventura, una esperanza y un sueño. Al parecer, había dejado una profunda herida en Unity.

Había sido una mujer compleja. Al fin y al cabo, por lo que se veía, tendría que recabar más información sobre ella. Si Ramsay era el padre, ¿por qué habría entablado Unity una relación de esa clase con él? ¿Qué podía haberle atraído de aquel individuo seco y pedante?

¿O acaso la había tentado más su posición social que sus cualidades personales? ¿Poner al descubierto las debilidades de Ramsay era para ella una especie de venganza por los años de intolerancia que había padecido a manos de hombres como él? Pitt intentó

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