Perseguidos by Marla Braziel

autor:Marla Braziel
La lengua: spa
Format: epub
Tags: romance de hombre lobo, horror paranormal, fantasía paranormal, romance paranormal, fantasía de hombre lobo, fantasía de cambiaformas, fantasía de cambiaformas de lobo, fantasía de cambiaformas
editor: Marla Braziel
publicado: 2022-10-14T00:00:00+00:00

PARTE 2

La tía Ofelia estaba blanca de preocupación cuando llegué a la puerta principal. “¿Dónde estabas?” Sus grandes ojos color avellana me empaparon, llenándome de culpa inmerecida.

“Fui atacada por un oso. Fido me salvó, pero quedó herido en el proceso, por lo que lo llevé a la casa de Sara ya que estábamos más cerca de allí que de acá. Tiene una mala mordida en su brazo... quiero decir su pierna.” Me estremecí por mi error. “Entonces lo dejé ahí y volví.”

Si no fuera por el hecho de que Fido no estaba conmigo, podría no haberme creído. El perro nunca abandonaba mi lado. Sin embargo no había modo de que le pudiera decir toda la verdad, que mi querida mascota se había transformado en un hombre, un hombre muy atractivo por cierto, y no tenía concepto de su propia humanidad.

Con la preocupación de una madre, la tía Ofelia me agarró de los hombros y me revisó. “¿Tú estás bien? ¿No te hizo daño, verdad?”

“No, estoy bien.”

“Envié a Víctor en tu busca. Con suerte no estará fuera mucho.” Su preocupación fue en una dirección diferente.

Por suerte, el tío Víctor estaba más aliviado que enojado cuando volvió después de casi tres horas de buscarme. Aparentemente había pasado por la casa de Sara durante su búsqueda, aunque no hizo ninguna mención de ver a un hombre extraño por ahí. No podía dejar de preguntarme cómo había logrado la Sra. Smith esconder a Fido de él. El sabueso del diablo había quedado hecho una gran bola de energía cuando me fui, saltando alrededor de la casa imprudentemente sin manera de retenerlo o calmarlo.

Al día siguiente me encontré con Sara en la carretera para ir juntas a la escuela. En los últimos dos años nos hicimos grandes amigas, a pesar de la oposición de Thomas. Él todavía creía que yo debería pasar mi tiempo con Mindy y las otras muchachas acomodadas de la ciudad, pero entre que yo tenía a Fido y el robarle el futuro marido a Mindy, ella simplemente me aborrecía y consiguió que todas las otras chicas me detestaran tanto como ella.

“¿Cómo está?” pregunté a Sara por Fido.

“Mamá tuvo que ponerlo a dormir anoche.”

“¿Qué?” mis ojos se ensancharon en una ráfaga de emoción.

Se asustó de mi reacción. “Oh no. Eso no es lo que quise decir. Lo que quise decir es que no dejaba de gritar, por lo que le dio un poco de medicina para calmarlo.”

“No me asustes de ese modo.” La fulminé con la mirada un momento y luego suspiré de alivio. “¿Estaba llorando?” Mi corazón se derritió con la idea. Pobrecito. Probablemente no podía entender por qué lo había dejado allí.

“Estuvo bastante dramático.” Sara se sonrió ante el recuerdo, aunque yo estaba segura de que probablemente no había sido gracioso entonces. “Primero gimió y rompió toda la casa tratando de encontrar una salida, entonces comenzó a gritar como un pequeño bebé.”

“Lamento que sea tanto problema.” Me sentí de verdad mal. Debía ser realmente difícil cuidar a un hombre adulto que tenía el cerebro de un perro.

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