Nosotras es un verbo que invento contigo by Melo Moreno

autor:Melo Moreno [Moreno, Melo]
La lengua: spa
Format: epub
ISBN: 9788418483301
editor: MONTENA
publicado: 2021-03-14T23:00:00+00:00

9

para película la que me estoy montando contigo

y tú sin saberlo

—Entonces ¿tú le pondrías un corazón o no?

—Claro, tía, tienes que ponerle al menos uno o dos corazones. Pero no, a ver, no uses el normal, ese es el que yo le mandaba a mi madre.

—¿Cuál es la diferencia?

—Pues no lo sé, pero dale un poco de alegría. Mándale este, mira, el que tiene la flecha atravesándolo.

Joanna se apoya contra mí para indicarme cuál de los emojis es más adecuado mandarle a Bernat. Siento el calor de su cuerpo contra el mío y la manera en la que su barbilla está apoyada en mi hombro mientras me señala mi propia pantalla. Pero no pienso en que huela bien ni en que tenga la piel suave ni en que esta cercanía me afecte. No lo pienso porque tengo la conversación con mi novio en las manos y ella y yo solo somos amigas y me está ayudando. Eso es todo. Y yo estoy contenta. Este arreglo me gusta bastante y estoy muy muy orgullosa por no haberme alejado de ella por una tontería de un día aleatorio y por un par de comentarios desafortunados.

La miro para ver su reacción al emoji y veo que está leyendo por encima de mi hombro. Su cara está tan cerca de la mía que puedo distinguir cuatro pecas en la parte alta de su nariz, y eso me gusta. Cuando acaba, se aleja un poco y una sonrisa burlona se ha extendido por su cara y parece a punto de estallar.

—¿Estás de coña, Alex? —Alarga las manos para coger mi móvil—. ¿Esto es todo lo que le vas a decir?

—¿Qué tiene de malo? —digo con una mueca, entregándoselo.

Una de las cosas con las que me está ayudando Joanna es a escribir los mensajes. A redactarlos, más concretamente, de forma que tengan el sentimentalismo y la intensidad que una relación entre personas que no se ven las caras requiere, o así lo ha descrito ella. No es que yo no supiera escribir mensajes de antes, pero cuando me dio los consejos de cómo mantener una relación a distancia especificó que la comunicación es lo más importante. «Si no le dices cómo te sientes y no os veis para demostrárselo, ¿cómo pretendes que él se entere?», preguntó. Supongo que eso tenía mucho sentido, así que el primer paso ha sido intentar escribirle más, ya que así puedo hacerlo mientras trabaja y no tenemos que intentar coordinarnos, que es lo que nos pasa con las llamadas. Está funcionando bien de momento, diría, excepto porque llevábamos tanto sin textear de manera normal que me siento como una madre de esas que usan Facebook y emojis de letras en vez de escribir las letras con el teclado.

Ahora Jo observa mi teléfono con las cejas arriba y ese amago de sonrisa burlona. Su boca es imposible y me desarma cada día, así que no puedo oponer ni un poquito de resistencia cuando, con mi teléfono en mano, me hace un gesto que sé que me pide permiso para leer en alto lo que he puesto.

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