No matarás by Ana Sofía González León

No matarás by Ana Sofía González León

autor:Ana Sofía González León [González León, Ana Sofía]
La lengua: spa
Format: epub
Tags: Novela, Intriga
editor: ePubLibre
publicado: 2023-11-15T00:00:00+00:00


Segunda parte

I thought I heard a voice cry, “Sleep no more! Macbeth does murder sleep”. Innocent sleep. Sleep that soothes away all our worries. Sleep that puts each day to rest. Sleep that relieves the weary laborer and heals hurt minds. Sleep, the main course in life’s feast, and the most nourishing.

WILLIAM SHAKESPEARE, Macbeth

La verdad siempre se encuentra; en cambio, la vida puede enterrarse para siempre.

FIÓDOR DOSTOIEVSKI, Crimen y castigo

“ ”

Mi respiración es agitada. Incontrolable. Mis latidos acelerados, como si corriera a toda velocidad, pero estoy quieta. Mi boca seca y acartonada. Un mareo. Escucho un zumbido. Me aturde.

El hombre dejó de arrastrarse.

Su cabeza empapada en sangre.

Su pierna también.

El brazo está muy malherido.

La sangre se extiende.

Mis extremidades se aflojaron y al mismo tiempo tiemblan de tensión.

Caigo sobre mis rodillas.

Todo desaparece menos el lavacoches. Es como si nos separara un túnel y en el extremo opuesto estuviera él.

Cierro los ojos. Siento la cara adormecida y todo me da vueltas. Tengo la sensación de estar despertando, pero no me dormí.

No.

No me dormí. Escucho a mi perro gimotear a lo lejos.

No sé qué hacer. Espero.

Oscurece.

Él dejó de moverse.

No sé cuánto tiempo ha pasado. Espero que de un momento a otro se levante y camine.

No se levanta, ni despierta, ni nada.

Nunca había visto tanta sangre.

Tyson dejó de llorar.

El pecho del lavacoches debería subir y bajar al respirar. No se mueve ni un poquito. Por un segundo me cruza la idea de su muerte.

No, eso no.

Me da miedo acercarme.

Tiene los ojos abiertos. No parpadeo para detectar si él lo hace. Nada. Sus ojos empiezan a parecerse a los de un pescado en el hielo del supermercado.

La sangre en el piso se extiende cada vez más.

En la pared, manos pintadas con sangre de él o de Vicky, no sé. Mil gotas rojas de todos tamaños esparcidas en las sábanas que, en lugar de blancas, se ven color lila porque ya casi es de noche.

Siento como si estuviera dentro de una película de terror. Como si habitara un cuerpo que no es el mío.

Vicky en la esquina del patio tiene el torso desnudo y se abraza a sí misma. Tenía sangre en el pecho, ¿habrá dejado de sangrar?

¿Vicky, estás bien?, susurro. No contesta. Un espeso trago de saliva se aloja en mi garganta, como si una flema se me hubiera atascado. Aunque hago el esfuerzo de tragar no se va.

¿Qué hice?

La palabra muerte regresa a mí.

Inhalo con fuerza.

Tengo ganas de vomitar.

No quiero vomitar.

Cubro mi boca para impedirlo.

Me viene una arcada y salpico el piso y mis pantalones. Escupo repetidas veces, no logro quitarme el sabor amargo a bilis de la lengua.

Vicky levanta la cara. Pasmada, ida como zombie.

¿Vicky?, insisto. Sigue sin responder. Mueve la boca sin hablar, como cuando reza en silencio.



descargar



Descargo de responsabilidad:
Este sitio no almacena ningún archivo en su servidor. Solo indexamos y enlazamos.                                                  Contenido proporcionado por otros sitios. Póngase en contacto con los proveedores de contenido para eliminar el contenido de derechos de autor, si corresponde, y envíenos un correo electrónico. Inmediatamente eliminaremos los enlaces o contenidos relevantes.